Nunca se habían enfrentado. Con una extensa carrera de ambos tenistas nunca habían tenido la oportunidad de verse las caras. Y el destino quiso que Andujar, con 35 años y la leyenda del tenis mundial Roger Federer con 39 se enfrentaran en Ginebra. Y en casa del suizo, el valenciano se encargó de amargarle el regreso tras disputar un gran partido.
"Me ha costado dormir porque con un partido como ese cuesta hacerlo. No quería que se acabara el día porque quería disfrutarlo al máximo. Ya hoy toca cambiar de chip y pensar en los cuartos de final" reconocía un emocionado Pablo Andujar en Onda Deportiva Valencia.
Han pasado casi 24 horas desde la victoria pero afirma que "aún casi ni me lo creo. Para mi Federer es un ídolo. Estuve todo el partido intentando evadirme de contra quien estaba jugando. Vas punto a punto hasta que dices 'que ya le he ganado'. De ahí mi reacción llevándome las manos a la cabeza cuando finalizó el partido".
"Ya era un regalo para mi poder jugar contra Federer. Tenía esa espinita clavada. Ya ganarle es el regalazo total. Hacerlo en el final de mi carrera es algo muy especial. Cuando terminó el partido le dije 'bad luck' (mala suerte) que es lo que se suele al que pierde y que era muy bueno poder verlo de nuevo en los torneos. Él me lo agradeció y tuvo un perder muy elegante como siempre. En el vestuario ya me deseó suerte para el resto del torneo".
Respecto al partido afirma que "desde el segundo set hasta el 4-2 del tercero estaba sirviendo con primeros servicios y era muy difícil hacerle puntos. Guardaba la esperanza de que podría tener una chance cuando dejara de meter primeros. En el 4-3 no sacó tantos primeros e intenté ser más agresivo y salió bien. Con el 5-4 y 15-40 pensé que me iba a pasar lo mismo que contra Nadal con el que tuve dos bolas de partido en Rio y acabé perdiendo. Pensaba que eso de contarle a mis nietos que había jugado ante Federer estaba bien pero poder decir que le gané era aún mejor. Fue una liberación acabar ganando".
Pablo es padre de tres hijos "ellos no saben ni quien es Federer. Una vez fuimos a Mallorca a la Academia de Rafa Nadal y Rafa se nos acercó, estuvo hablando con el más mayor, con Pablo, y él pasaba de Rafa. Era como en plan 'tío que es Rafa Nadal', pero al ser muy pequeño no entienden. Tenemos una plataforma en ATP en la que los partidos se nos quedan grabados y este te aseguro que no se borra para poder enseñárselo a mis hijos en un futuro".
El tenista valenciano ha ganado cuatro torneos ATP pero reconoce que lo de ayer es "una sensación distinta. Es como un hito mayor que ganar un torneo y una alegría diferente. Ganar un torneo es como una recompensa a un trabajo. Esto no deja de ser una victoria en un partido aunque es contra el quizá mejor tenista de la historia".