Todos recordarán aquella Navidad de 2018 cuando Cristiano Piccini marcaba el gol de la victoria ante el Huesca. Ese tanto salvó a Marcelino de una destitución más que segura. Han pasado tres años y los dos últimos han sido un verdadero calvario para el italiano por culpa de las lesiones. La semana pasada volvía a ser titular ante el Celta en Balaídos después de más de año y medio. Y anoche volvía a marcar en Mestalla tres años después. Volvió el "Piccinazo". Una circunstancia que recordaba el propio Piccini al afirmar que "es mi segundo gol con la camiseta del Valencia. Han sido dos goles importantes pero ojalá lleguen muchos más".
Momentos difíciles
Han sido años de trabajo y sacrificio hasta poder recuperarse. Hoy Piccini vuelve a ser feliz "ha sido una locura, una cosa muy emotiva para mi porque ya sabéis que he pasado por momentos muy difíciles. Llegué a pensar en retirarme porque veía que no estaba bien. El pasado domingo volví a se titular y hoy he marcado el gol que da la victoria al equipo después de todo lo que he pasado. Ha sido increíble. Ha sido difícil estos últimos años pero el trabajo ha valido la pena",
Un trabajo duro y constante que ha dado sus frutos "Estoy orgulloso de mi mismo y de cómo he trabajado estos años, de no haber perdido el ánimo. El trabajo ha valido la pena porque yo quería volver a jugar al fútbol. Le debo todo al fútbol, ha sido mi vida desde que tengo cinco años. Estoy muy agradecido a esta profesión y muchas veces cuando todo va bien nos olvidamos de la suerte que tenemos de ser futbolistas".
Una celebración muy especial
Con cara de felicidad afirma que al marcar lo primero que hizo fue "correr, celebrarlo con mis compañeros, dedicárselo a mi mujer y a mi hija que estaban en la grada. Ellos han vivido junto a mi este calvario y les debo mucho. Tampoco tenía pensado marcar un gol hoy".