Rubén Baraja afronta el partido del sábado sabiendo que el equipo que les visita nada tiene que ver con el jugó contra el Valencia en la primera vuelta.
De hecho, el partido podría ser una trampa para el Valencia, pero eso lo ha descartado el entrenador, consciente de "la calidad del Sevilla. Tengo cero dudas de que va a ser un partido complejo en el que tenemos que estar a buen nivel y sostenerlo en el partido. Son capaces de en cualquier acción, sin dominar el juego, tienen esa capacidad y jugadores dominantes en la zona ofensiva. Hace unos meses estaban jugando la Champions y el año pasado ganaron la Europa League, y tenemos que afrontarlo sabiendo la dificultad que va a tener".
Hace unos meses estaban jugando la Champions y el año pasado ganaron la Europa League, y tenemos que afrontarlo sabiendo la dificultad que va a tener
Uno de los principales errores del Valencia pasa por la defensa de los centros laterales algo que están tratando de mejorar "en el día a día: los trabajos, los entrenamientos, los detalles, los porqués. Son minutos finales y puntos que te dan la posibilidad de acabar mejor la temporada. Son cosas que nos pasan y nos quitan puntos que son merecidos. A veces nos han penalizado este tipo de situaciones y tenemos que tratar de mejorarlas", ha explicado el entrenador.
Con la salvación ya garantizada, el técnico se centra en "el partido de mañana y nos concentramos en eso. Es lo que nos está dando resultados. Todo lo demás son consecuencias que te las da un buen resultado. Ahí es donde se pierde la energía: pensar en si va a pasar una cosa o la otra".
Baraja, que tuvo a Quique Sánchez Flores como entrenador en el Valencia, ha reconocido que el técnico "hizo las cosas muy bien. Dos años seguidos, repetimos Champions, un hito difícil porque el equipo estaba en un momento de dificultad y cambio. Sé que él va a poder manejar esta situación de adversidad. Su mensaje para mí fue positivo porque es una persona que conoce el club y el sentimiento valencianista".