Una Fundación Comunitaria es un tipo de organización no lucrativa que sirve para canalizar recursos como tiempo, talento, diferentes activos o recursos económicos. Todo lo que se podría englobar con las palabras “solidaridad” o “filantropía” y canalizarlo para mejorar la vida de las personas en un territorio determinado. Buscan fortalecer y mejorar la vida de las personas de la comunidad en la que trabajan –pueblos, comarcas, pequeñas ciudades o barrios– con apoyo financiero independiente y estable para abordar sus necesidades o las iniciativas de interés común.
Un ejemplo perfecto lo ilustra la Fundació Horta Sud, creada en 1972.
Hablamos con Rosa Gallego, Directora de Relaciones Internacionales y Fundaciones Comunitarias.