El RC Celta sumó en Balaídos su segunda victoria de la temporada al desplegar su fútbol veloz y vertical ante el Valencia CF (3-1), un triunfo que lo coloca líder de la clasificación de la Liga el día en el que el club celebró sus 101 años de historia.
Con la dirección de juego de un sensacional Iago Aspas, el conjunto celeste tuvo que remontar por segunda jornada seguida el gol inicial de su rival.
El equipo gallego volvió a mostrar su fragilidad defensiva en la primera aproximación del Valencia. Fue en un córner, una acción con tres cabezazos dentro del área y un centro de chilena de Rafa Mir que culminó Diego López, consecuencia de la falta de contundencia de la defensa celeste y la quietud de Iván Villar.
El Valencia, peligroso por su banda derecha, rozó el segundo gol cuando Thierry dribló a Mingueza y quedó solo ante Iván Villar, que sacó el lanzamiento. Nada alteró el plan del Celta, acostumbrado en Balaidos a tener que voltear los partidos.
Esa necesidad de remontar un marcador en contra suele ser su hábitat natural. El Celta exhibió entonces su mejor versión: fútbol vertical, veloz.
Con su presión alta, Douvikas recuperó una pelota que el conjunto gallego movió de costado a costado, con toques rápidos, una hermosa jugada que finalizó con un centro de Aspas desde la derecha y una fabulosa volea de Mingueza para empatar el partido mediado el primer tiempo.
Solo seis minutos después, en un contraataque voraz, el Celta desbordó al Valencia con otro gol. Mingueza recorrió muchos metros con el balón desde su campo, Douvikas y Swedberg se cruzaron en ataque para desmarcarse y liberaron toda la zona central para que Aspas, tras la asistencia de Mingueza, se plantase solo en el área y marcara.
Tuvo Aspas la oportunidad de finiquitar con otro gol su primer tiempo brillante cuando, en el minuto cuarenta y siete, el árbitro señaló penalti por mano de Hugo Duro. Pero el disparo del capitán celeste lo detuvo Mamardashvili.
El Celta abrió la segunda mitad como un ciclón. Fue un recital local de quince minutos: Javi Rodríguez avisó con un cabezazo en un córner, después un cañonazo de Swedberg obligó a lucirse a Mamardashvili y finalmente Beltrán marcó el tercer gol con una maravillosa volea desde fuera del área. El Celta tumbó al Valencia.
Solo reaccionó el conjunto de Rubén Baraja a partir del minuto ochenta, cuando refrescó el equipo, con varios centros peligrosos, especialmente uno que Rafa Mir cabeceó al poste. La dinamita fue escasa.