De acuerdo con los datos recabados por Onda Cero, desde el pasado 1 de septiembre hasta el 17 de octubre un total de 43 familias han optado por guardar las cenizas de sus difuntos en las urnas-árbol que ofrece gratuitamente el Ayuntamiento, del total de 325 servicios funerarios prestados en València. Eso supone que un 19% de las familias ha elegido esta opción frente a las tradicionales urnas de metal o cerámica.
Las urnas-árbol son biodegradables y, además, van acompañadas de semillas de árboles de especies autóctonas como el pino, la carrasca o el olivo. Por sus características pueden enterrarse en cualquier lugar y permiten usar las cenizas para hacer crecer un ejemplar en recuerdo de la persona fallecida.
El concejal de cementerios, Alejandro Ramón, está muy satisfecho del resultado de esta iniciativa “que seguiremos potenciando porque es una alternativa sostenible en la lucha contra el cambio climático:
Actualmente en València la cremación es la opción elegida por las familias de los difuntos en el 67 por ciento de los casos y es una tendencia que no ha dejado de crecer en los últimos años. Se calcula que en cada incineración se emplean unos 100 litros de combustible y se emiten alrededor de 250 kilogramos de dióxido de carbono a la atmósfera. Además, la quema del ataúd también genera sustancias tóxicas que van a parar al aire procedentes de los barnices, adornos, o materiales textiles empleados en su fabricación.