Las obras han sido adjudicadas por 2,7 millones de euros y tendrán un plazo de ejecución de 15 meses a partir de la formalización del contrato. El proyecto incluye la creación de un Centro de Interpretación de la muralla con semisótano, planta baja y dos alturas. El semisótano será un espacio introductorio, se denominará ‘València, ciudad amurallada’ y será un espacio con control de la luz natural, donde se podrán implantar recursos audiovisuales.
La planta baja, donde se sitúa el acceso y recepción de visitantes, se destina a explicar de manera más detallada la ciudad islámica y su relación con la muralla, que podrá verse desde allí para contextualizarla históricamente. La primera planta, con el discurso ‘El barrio del Carme’, narrará la evolución de uno de los barrios más dinámicos de la ciudad y expondrá objetos relacionados con su historia, acompañados de audiovisuales e interactivos. Finalmente, la segunda planta se ha concebido como una área de descanso que permite una recreación desde arriba, a través de una terraza y una pasarela, de la vista de la muralla. Junto a ese edificio habrá un jardín que evocará el que había en la antigua medina islámica de València. Además, las obras contribuirán de manera importante a la regeneración urbana de esta parte del barrio del Carmen.
Los trabajos arrancarán con una intervención arqueológica en todo el ámbito, incluyendo la lectura estratigráfica de los lienzos de la muralla y la torre. Se excavará la zona interior del patio de manzanas resultante de diversas parcelas, donde está previsto que se recuperen otros elementos relacionados con la muralla de la ciudad y que formaban parte, junto al lienzo y la torre, del sistema defensivo andalusí.
Está previsto sacar a la luz el antemural, la liza, la fosa que discurría por delante que posteriormente se utilizó para canalizar la acequia de Rovella y que se conoce como Vall Cobert. También se contempla la excavación de parte del cementerio de la parroquia de Santa Cruz, situada originalmente en la plaza del mismo nombre y se excavará el solar donde se ubicará el Centro de Interpretación de la Muralla, situado intramuros.
Otro punto que se abordará es la urbanización del espacio libre interior de la isla, que dependerá de los resultados arqueológicos, pero que combina elementos de vegetación con los restos de la muralla. Se incluyen los circuitos preparados para visitas, complementados con información en paneles a lo largo del recorrido e integrado en un jardín que evoque lo que fue el exterior de la medina islámica.