Las dificultades para contratar personal o la reducción de horarios de los centros de salud, ante la falta de cobertura del personal que está de vacaciones o de baja, están provocando que la presión asistencial se traslade a las urgencias hospitalarias.
Para este verano la Consellería de Sanidad había hecho un previsión de contratación de profesionales menor respecto a 2022 y planteó contratar 723 facultativos y 2600 enfermeras en el plan de vacaciones. Una previsión que los sindicatos consideran muy baja teniendo en cuenta que la plantilla en los centros de salud está en torno a los 10.000 profesionales y que por tanto sólo supone una cobertura del 30 por ciento. Según Rosa Atienzar, Secretaria General de la Federación de Sanidad de Comisiones Obreras, a esto hay que sumar que muchos profesionales optan por ofertas con mejores condiciones de trabajo.
Reitera que con la mitad de las plantillas no es posible abrir los centros de salud por las tardes por lo que en algunos municipios de la Comunitat Valenciana se ha optado por módulos de refuerzo par dar atención en esa franja horaria pero que tampoco cubren las necesidades. Esto conlleva que los servicios de urgencias de los hospitales acaben saturados. Una situación que insiste viene pasando desde hace quince años.