Han pasado 37 días de la riada que arrasó Picanya (Valencia) y Amparo, una de sus vecinas, en declaraciones a Onda Cero, ha relatado el "horror" que vivió aquella tarde-noche del 29 de octubre.
La tromba de agua la sorprendió en casa, un bajo que forma parte de las 30 viviendas sociales adosadas que están ubicadas frente al barranco, que divide el municipio y que sembró el caos tras desbordarse.
"Yo no escuché ninguna alarma. Nadie me dijo nada. No había llovido. Estaba viendo la televisión cuando empezó a entrar agua. Me asusté, cogí a mi perrita y en cuestión de minutosentró una ola de casi dos metros", cuenta Amparo, que estaba hablando por teléfono con su hija.
"No podía salir de allí. Me decía que me subiera a algo, pero no había nada. No quería que escuchara cómo me ahogaba así que colgué", explica con lágrimas en los ojos, al tiempo que detalla cómo dos vecinos la rescataron con una escalera.
Amparo lamenta que varios de sus vecinos, que fallecieron ese día, no tuvieron la misma "suerte": "Allí no vino nadie. Nadie".
Esta vecina de Picanya vive ahora con una amiga a la espera de una solución y de las ayudas: "Menos mal que me acogió, pero esto no puede ser para siempre".