Al segundo intento, el Ayuntamiento de València ha podido encontrar una empresa que se encargue de catalogar y recuperar los restos de la antigua “Tortada” de Goerlich. El gobierno local ha adjudicado de este contrato que, tal y como ya adelantamos en Onda Cero, tuvo que quedar desierto en primera instancia el pasado mes de septiembre porque nadie presentó ofertas.
El ejecutivo municipal decidió recurrir entonces a un proceso de licitación “negociado y sin publicidad” con tres empresas, que han concluido con la adjudicación del contrato al estudio que encabeza el arquitecto Javier Hidalgo, autor recientemente de la rehabilitación de un palacete que el propio Goerlich levantó en la avenida del Puerto.
Los trabajos costarán 106.000 euros y la empresa tendrá tres meses y medio para acabarlos. El adjudicatario deberá trabajar en estrecha colaboración con los técnicos de los servicios municipales de Patrimonio Histórico y de Investigación Arqueológica Municipal.
A través de este encargo el Ayuntamiento busca catalogar y conservar los vestigios de un elemento arquitectónico que presidió durante tres décadas la plaza del Ayuntamiento. También se estudiará la posibilidad de reubicar en algún espacio de la ciudad alguno de los restos que destaquen por su valor, como explica el concejal de Acción Cultural, José Luis Moreno:
Una vida efímera
La “Tortada” fue el elemento arquitectónico más destacado del proyecto de remodelación de la plaza del Ayuntamiento inaugurado en 1933 y diseñado por el arquitecto valenciano Javier Goerlich. Pero este peculiar diseño tuvo una vida efímera de apenas tres décadas.
La plaza proyectada por Goerlich sobre una plataforma elevada con un mercado de flores subterráneo se inauguró en 1933 y fue demolida en 1961. Los restos de la “Tortada” quedaron dispersados en diversos lugares de la ciudad y su área metropolitana como el almacén municipal de Borbotó, los terrenos de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) junto a la antigua estación de Sant Isidre y espacios públicos de Paiporta. Incluso se cree que también hay restos en la escalinata del Monasterio de Santa María del Puig.
Las piezas procedentes del desmontaje de la “Tortada” en 1961 fueron enumeradas y retiradas con la intención de una futura reutilización de sus elementos más significativos. De hecho, en la ciudad de València perduran la antigua fuente central en el Pla de la Saïdia, junto al busto de Concha Piquer; un pequeño jardín, una basa y parte de una columna en un enclave de l’Olivereta, así como cinco columnas completas del desaparecido mercado de flores, en el entorno del monumento “als Maulets” de la avenida del Regne de València. No se descarta que durante los trabajos aparezcan nuevos hallazgos o se confirmen los detectados en el entorno de las Torres de Serrans y Quart, la Iglesia de San Pascual Baylón y en el monumento a Sorolla de la plaza de la Armada Espanyola.