Este mes de diciembre se cumplen tres años desde que la Generalitat le compró a Correos su emblemático edificio de la plaza del Ayuntamiento de València. El inmueble le costó al gobierno de Ximo Puig casi 24 millones de euros, pero en todo este tiempo apenas se le ha dado uso.
En la última campaña electoral Carlos Mazón y María José Catalá -ahora ya President de la Generalitat y alcaldesa de València, respectivamente- se comprometieron a firmar un acuerdo para destinar el edificio a museo relacionado con las Fallas. Concretamente, el compromiso de ambos dirigentes populares fue convertir el inmueble en un museo fallero de carácter innovador, basado en el uso de tecnologías digitales e Inteligencia Artificial. Pero ese acuerdo sigue sin sustanciarse y desde el Ayuntamiento reconocen a Onda Cero que no ha habido ningún avance.
El “Govern del Botanic” bautizó la antigua sede central de Correos en València como Palau de les Comunicacions. A lo largo de estos tres años, el inmueble se ha utilizado de manera puntual como sede de exposiciones, o como privilegiado mirador de los invitados de la Generalitat en las “mascletaes” falleras. No obstante, permanece abierto a las visitas públicas de martes a domingo.
Bien de Relevancia Local
El edificio está declarado Bien de Relevancia Local (BRL) y es uno de los exponentes más importantes de la arquitectura ecléctica de origen francés, en combinación con el modernismo valenciano. Destacan la cúpula de cristal que decora el centro del edificio, así como la réplica de la torre de comunicaciones original que fue instalada hace unos años.
El inmueble fue diseñado por el arquitecto Miguel Navarro. Su construcción finalizó en 1922 y es un edificio de cuatro plantas que ocupa un área de más de 9.400 metros cuadrados. También destaca por sus elementos ornamentales y un conjunto escultórico con alegorías de los cinco continentes que simbolizan la comunicación internacional, hilo conductor de la historia de este edificio histórico.