El Ayuntamiento de València va a poner en práctica medidas preventivas para tratar de minimizar el ruido nocturno que la concentración de locales de ocio genera en Russafa. La decisión, que se ha adoptado este viernes en la Junta de Gobierno Local, responde a la sentencia del Tribunal Supremo que precisamente hace ahora tres años ratificó la obligación de declarar este barrio como Zona Acústicamente Saturada (ZAS). El ejecutivo municipal espera que las medidas aprobadas sirvan para no tener que aplicar esa declaración de ZAS.
Son medidas como cortar el tráfico cuando los medidores instalados en el barrio detecten niveles sonoros excesivos; intensificar la presencia policial; controlar el cumplimiento de los limitadores de potencia acústica en locales con ambientación sonora; aumentar las inspecciones y controles de consumo de bebidas fuera de los locales; o prohibir, entre las diez de la noche y las ocho de la mañana, la expedición de bebidas y alimentos en el exterior de los establecimientos, a través de ventanas o barras.
Con todo ello el gobierno local busca minimizar las molestias acústicas nocturnas en Russafa mientras los técnicos municipales evalúan las mediciones sonoras en el barrio que también ordenaba el fallo de la Audiencia Provincial ratificado por el Supremo. Del resultado que den la aplicación de estas medidas y la campaña de mediciones sonoras dependerá la decisión final de declarar ZAS el barrio de Russafa, según ha dicho el concejal de contaminación acústica, Carlos Mundina:
Mundina ha explicado que se trata de propuestas e iniciativas que se aplican para mejorar y garantizar la calidad de vida de los vecinos del barrio de Russafa. En estos momentos, según el edil, los servicios municipales se encuentran en fase de revisión de los resultados obtenidos por el estudio sonométrico.
