El Ayuntamiento de València ha licitado las obras para habilitar como centro socioadministrativo el edificio municipal situado entre la plaza de El Pilar y la calle Guillem de Castro. El inmueble combinará despachos para la tramitación de las ayudas de la Ley de la Dependencia con un centro para los mayores del barrio de Velluters. Según ha podido saber Onda Cero, el consistorio ha presupuestado inicialmente las obras en 68.000 euros, con un plazo de ejecución previsto de 45 días.
Precisamente, este próximo mes de octubre se cumplirán dos años desde que el anterior gobierno local de Compromís y PSPV-PSOE dio por acabada la construcción de este inmueble y desde entonces permanece cerrado. El edificio, que incluye un pasaje peatonal entre la plaza de El Pilar y Guillem de Castro, costó 2,5 millones de euros aportados íntegramente por la Generalitat a través del Plan Confianza.
La obra fue recepcionada de manera oficial por el consistorio en noviembre del año pasado y ahora, por fin, el nuevo ejecutivo municipal va a dar uso a este edificio. Compromís y el PSPV-PSOE tenían previsto destinarlo a centro sociocultural y oficinas del servicio municipal de atención a la Dependencia. Sin embargo, nunca llegaron a licitar las obras para su adecuación y equipamiento interior, como va a hacer ahora el nuevo gobierno del PP y Vox, que ha cambiado parcialmente el uso inicial para sustituir el centro sociocultural por uno de actividades para personas mayores. Un recurso que, según la concejala de Bienestar Social, Marta Torrado, es muy demandado por los vecinos de Velluters:
El inmueble tiene 938 metros cuadrados útiles y consta de dos boques de cuatro plantas separados por un patio arqueológico donde pueden verse los restos del antiguo Convento del Pilar hallados durante las obras, que podrán ser visitables. El edificio Oeste, que recae a Guillem de Castro, tiene una imagen más contemporánea, con un muro-cortina de vidrio. En cuanto al edificio Este, que recae a la plaza de El Pilar, integra una antigua portada de piedra que daba acceso a la portería del convento y que todavía se conserva. El proyecto contempla también la instalación de pantallas acústicas en la cubierta para reducir las molestias que generan los aparatos de climatización.
