El Ayuntamiento de València instalará 207 sensores de ocupación en otras tantas plazas de aparcamiento reservadas para personas con movilidad reducida (PMR) y carga y descarga en el barrio de El Cabanyal. Según ha sabido Onda Cero, el consistorio ha adjudicado a la empresa Elecnor por un importe de 153.000 euros el contrato para el suministro e instalación de estos dispositivos. Deberán estar colocados en un plazo de dos meses a partir de la formalización del contrato.
Los sensores detectarán la presencia de vehículos en las plazas y pondrán a disposición de toda la ciudadanía los datos a través de las redes sociales y aplicaciones para dispositivo móviles del Ayuntamiento. En este sentido, la información será difundida a través de la AppValència, el geoportal municipal y “València al minuto”.
De esta manera será posible consultar en tiempo real la disponibilidad de aparcamiento, o comprobar si un vehículo estacionado en cualquiera de estas plazas está autorizado o no para usarla. Además, gracias a los datos recogidos el gobierno local sabrá si hace falta crear más plazas reservadas de este tipo.
De los 207 sensores previstos, 110 estarán en PMR y los otros 97 en plazas de carga y descarga. La actuación será cofinanciada por la Unión Europea a través de la Estrategia para el Desarrollo Urbano Sostenible e Inlcusivo (EDUSI) del Cabanyal.
Una vez finalicen los trabajos, el total de plazas sensorizadas en toda la ciudad será de 799 PMR (lo que supone un 30,6% del total de plazas en la ciudad) y 411 plazas carga y descarga (un 16,6% del total), además de las 91 plazas de taxis que ya hay sensorizadas en València.
Tecnología de los sensores
Los sensores que se instalan son sensores que no necesitan ninguna canalización ni cableado, únicamente un agujero en el asfalto en el que se ubica el dispositivo que integra la batería –con una durabilidad de 5 años, aproximadamente- y la tarjeta de comunicación, y que detectan el vehículo por su campo magnético. Los nuevos sensores que se instalarán en el Cabanyal son dobles, además, pues detectan el vehículo mediante el campo magnético y mediante un radar que permite que la detección sea más fiable.
Además, la tecnología de comunicación que se utiliza es la denominada “Narrow Band-IOT” (NB-IoT). Se trata de la primera tecnología centrada en conectar a Internet objetos cotidianos que requieren pequeñas cantidades de datos en periodos de tiempo largos, y con un coste muy barato (unos 3 euros por tarjeta al año).