El gobierno local ya tiene claro cuáles son los tramos de carril bici que va a incluir en la auditoría de seguridad de la red de itinerarios ciclistas encargada el pasado mes de enero a una consultora. Durante su campaña electoral la alcaldesa, María José Catalá, anunció que revisaría carriles ciclistas como los de la calle Colón, la avenida Reino de Valencia, o las grandes vías Ramón y Cajal y Fernando el Católico. Sin embargo, de momento la auditoría se va centrar en cuatro intersecciones: son las situadas en la Plaza Zaragoza; Cardenal Benlloch con Blasco Ibáñez; Cardenal Benlloch con Avenida del Puerto; y Gran Vía Fernando el Católico con Ángel Guimerá.
Se trata de cruces que han registrado una significativa accidentabilidad en los últimos cinco años, según el concejal de movilidad, Jesús Carbonell. El edil ha explicado que la consultora deberá realizar un estudio y proponer soluciones a corto y medio plazo con el objetivo principal proteger a los transeúntes más vulnerables de estas intersecciones:
Jesús Carbonell ha añadido que los criterios técnicos que han definido los cuatro puntos que se auditarán son el nivel de accidentabilidad de acuerdo con los datos del Ayuntamiento en los últimos cinco años; la problemática existente en la interacción entre los usuarios más vulnerables; las reclamaciones de mejora de la infraestructura por parte de la ciudadanía y el carácter extrapolable de sus soluciones técnicas a otras infraestructuras asimilables.
De momento el único carril-bici ejecutado por el anterior gobierno local de Compromís y PSPV-PSOE que ha revertido del ejecutivo de Catalá sigue siendo un tramo del itinerario existente en la calle José Alabarta del barrio de San Isidro, que fue desmantelado el pasado mes de septiembre.