La superficie agrícola abandonada de la Comunitat Valenciana aumentó en 6.437 hectáreas en 2022, lo que supone un incremento interanual del 3,9%. Así, se desprende de un estudio de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) elaborado a partir de la encuesta Esyrce del Ministerio de Agricultura.
Los agricultores alertan que estas cifras demuestran que se "pulveriza" el récord "histórico" con un total de 171.386 hectáreas abandonadas y que una de cada tres de las que se abandonaron en el conjunto de España era de campos valencianos.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristobal Aguado, ha insistido en la "urgencia" de adoptar una hoja de ruta consensuada entre todos los partidos políticos y el sector con el objetivo de garantizar una "estabilidad económica" a la actividad agraria que permita "reactivar el relevo generacional y recuperar campos baldíos"."Somos líderes en tierras dejadas de cultivar, en envejecimiento de población agraria y en falta de incorporación de jóvenes", lamenta.
Todos los principales cultivos valencianos experimentaron un "importante" retroceso de su superficie. Los cítricos perdieron 6.151 hectáreas, lo que implica un 4,1% menos en comparación con 2021, al pasar de 149.648 a 143.497 hectáreas en regadío. El viñedo se redujo un 2,9%, con 1.953 hectáreas baldías más, en similares términos que el olivar, que bajó un 2% con 1.968 hectáreas.
Por el contrario, crecieron su superficie cultivada el kiwi (+12%) y el aguacate (+0,07%) con una presencia aún minoritaria. Asimsimo, destaca el incremento de los huertos familiares, dedicados principalmente al autoconsumo, que tras aumentar un 16,4% en el último año superan las 12.062 hectáreas.