De la Liga 2001-2002 hay un partido que todos los valencianistas recuerdan especialmente. Se disputaba la jornada 36 del campeonato con una lucha encarnizada entre el Real Madrid y el Valencia por conquistar el título. Era el 27 de abril de 2002 a las 21:30 horas. La Real Sociedad vencía a los madridistas en Anoeta mientras en Mestalla el partido se le complicaba al Valencia.
Raúl Tamudo adelantaba de penalti en el minuto 29 de la primera parte al RCD Espanyol y casi inmediatamente después Carboni era expulsado con roja directa por una entrada a De Lucas. El Valencia se marchaba al descanso perdiendo y con un hombre menos.
La entrada al campo del Kily González revolucionó el partido con un Valencia volcado en la meta de Argensó y sin que los espanyolistas le crearan apenas peligro. El argentino dio las dos asistencias para que Baraja marcara aquellos dos goles que perduran en la memoria de todos los valencianistas. Los 53.000 espectadores que llenaban Mestalla celebraron los tantos de Pipo sabedores que una jornada después en Málaga el Valencia podía conquistar su quinta liga de la historia.
