Ha sido a través de un video, sin ningún tipo de polémica, con cariño, con respeto y a través de sus redes sociales. Carlos Soler dice a 18 años de valencianismo, toda una vida que cambia de equipo, el Paris Saint Germain, que a última hora del jueves hacia oficial su fichaje para las próximas cinco temporadas.
un video en el que el que fuera capitán de los de Mestalla arranca con el recuerdo de su primer día en el equipo de sus amores, "hace 18 años, también con el verano llegando a su recta final, recibí la llamada que iba a cambiar mi vida. El Valencia me ofrecía unirme al club del que siempre fui aficionado y para mí fue uno de los días más bonitos que recuerdo".
"Desde entonces, en cada uno de los partidos siempre me he puesto la camiseta con la responsabilidad y orgullo que merece. Me acuerdo ahora especialmente de muchos de los entrenadores que me enseñaron tantas cosas, que me inculcaron los valores y la forma de amar el fútbol que hoy conservo. De familiares y amigos, pero sobre todo de mi abuelo, que siempre me acompañó y sé que me sigue acompañando esté donde esté. Fue una de las personas más importantes de este proceso", continúa.
"Pero hay historias que por mucho que duelan no pueden durar para siempre. El tiempo que he estado aquí ha sido un sueño. El sueño por el que siempre luché. Jugar en Mestalla, escuchar el himno de la Champions, llevar el brazalete de capitán, ganar una Copa del Rey, hacer amigos que ahora son familia, conocer a empleados a los que me llevo en el corazón. Y lo que más ilusión me ha hecho de todo, oir a la afición cantar mi nombre. Por todo ello estoy tremendamente agradecido, más de lo que nunca podré expresar con palabras", continúa el ya nuevo jugador parisino.
"Hoy llega el momento de separar nuestros caminos. Es posiblemente la decisión más difícil de mi vida y reconozco que no será fácil dejar mi hogar. Sin embargo, creo que tomo la mejor decisión para mi bienestar y el del club, porque creo que nadie está por encima del escudo. Ahora toca afrontar un nuevo proyecto, sin dejar de querer a mi Valencia y con la certeza de que me he dejado la piel por intentar hacer las cosas lo mejor posible, dentro y fuera del campo". Concluyendo con un alegato al orgullo que significa haber vestido la camiseta valencianista, "siempre he llevado por bandera mi orgullo de ser valenciano y valencianista y así será por mucho que cambien las cosas o lo lejos que pueda estar. Soy lo que soy gracias al Valencia CF. Gracias por tanto. Amunt Sempre".