Marcelino García Toral dejó de ser entrenador del Olympique de Marsella. El asturiano apenas ha durado dos meses en el banquillo marsellés con un bagaje de 2 victorias y tres empates en la Ligue 1. La reunión con los ultras, amenazas de por medio, han precipitado su salida.
Este es la carta de despedida del ex valencianista:
"Tras el comunicado oficial emitido por el club y donde se detalla la gravedad de los hechos acontecidos el lunes 18, cuando los representantes de las Asociaciones de Aficionados exigieron al Presidente y a su Junta Ejecutiva su dimisión, con amenazas personales y posibles consecuencias para su integridad física y moral, en caso de no renunciar a sus cargos, este cuerpo técnico que dirijo quiere comunicar lo siguiente:
Entendemos que se ha vulnerado el obligado respeto a las personas y profesionales que dirigen el club, que fueron los que nos otorgaron su confianza y nos eligieron para conducir al equipo. La inestable situación actual indica, de forma clara, que el proyecto deportivo para el que hemos sido contratados no se puede llevar a efecto.
Llegamos al OM con la ilusión de devolver a este gran club al puesto que le corresponde en Europa. Queremos dar las gracias de manera especial al presidente y su junta directiva, que nos ofrecieron la oportunidad de construir un ambicioso proyecto deportivo, en clave de futuro.
Estábamos en el camino adecuado para conseguir los objetivos previstos y desde nuestra experiencia profesional sabíamos de la progresión del equipo, y la mejora era continua. Prueba de ello es que el OM ocupa la cuarta posición en el campeonato (empatado a puntos con el tercero), después de cinco jornadas sin conocer la derrota.
En este periodo de tiempo hemos conseguido ser, además, uno de los dos equipos con el menor número de goles recibidos y uno de los tres clubes invictos en la competición nacional.
La intimidación y los ataques individuales que han recibido el presidente y su Junta Ejecutiva, cuando el campeonato solo ha cubierto cinco fechas de competición, auguran días inciertos, donde las condiciones de trabajo no son las adecuadas para desarrollar nuestra profesión con seguridad y la normalidad en un club de fútbol.
El paso a un lado del presidente y de la Junta Ejecutiva, debido a las graves amenazas, injurias y calumnias que han recibido, unido al clima de tanta tensión al que se ha llegado en el corto espacio de dos meses, a pesar de estar realizando un trabajo muy profesional y con gran implicación de este cuerpo técnico, creemos que hacen inviable nuestra continuidad en el OM.
Queremos agradecer a todos los jugadores de la plantilla su magnífica disposición al trabajo y por compartir nuestras ideas. También a los empleados del club que nos hicieron fácil, desde nuestra llegada, la integración dentro de este gran club. Muchas gracias a todos ellos y hasta siempre".