Gracias a este proyecto, desde hace dos semanas cinco familias sirias procedentes de campos de refugiados de Libia tratan de rehacer sus vidas en València, Alaquàs, Calp, Cocentaina y Almassora. Las cinco familias suman en total 23 personas, de las que varias son menores que ya han sido escolarizados.
Las personas voluntarias que participan en la iniciativa actuán como una segunda familia para los refugiados, ofreciendo su tiempo para facilitar su integración en nuestro país. Además de cubrir las necesidades básicas de alimentación, higiene y vivienda de las familiras refugiadas, las ONG les ayudan en su día a día con gestiones administrativas, acompañamiento escolar o aprendizaje del idioma
Durante la presentación del proyecto la consellera de Igualdad, Mónica Otra, ha explicado que el programa también "contribuye a sensibilizar, a empatizar, a darnos cuenta de que los seres humanos somos muy parecidos, independientemente de la lengua que hablemos o del color de nuestra piel, porque todos tenemos los mismos sueños". Por su parte el alcade de Valéncia, Joan Ribó, ha dicho que tras la experiencia del barco Aqüarius la ciudad no podía quedarse al margen de una iniciativa como ésta "que busca ofrecer a estas personas una nueva vida en condiciones dignas".
La Comunitat Valenciana es la segunda autonomía española -después de Euskadi- en la que se desarrolla este proyecto piloto, que importa una experiencia nacida en Canadá. La Generalitat subvenciona a las ONG que lo llevan a cabo con 400.00 euros este año, presupuesto que se irá adaptando a las necesidades de cada momento.