El Valencia quiere que Rubén Baraja sea su entrenador la próxima temporada. Para ello ya han comenzado las conversaciones con el técnico cuyo deseo es continuar en el Valencia pero no a cualquier precio. Todavía quedan cosas "importantes" por definir antes de que el entrenador de el sí quiero.
Una de ellas es el proyecto. Baraja ha detectado falta de exigencia en todos los estamentos del club. Ese conformismo en el que se vive con Meriton no le gusta a Baraja. Él mejor que nadie sabe que con exigencia es como se consiguen los éxitos. Y esa es una premisa fundamental: una plantilla exigente para empezar a construir el futuro. "Con el tiempo que llevo aquí te das cuenta que hay una realidad evidente: esta situación solo la podemos sacar desde la exigencia y cuando tengamos máxima exigencia sacar un poquito más. Y cuando uno da el 100%, sacar el 120%. Esta es la única manera que yo veo de cambiar la situación. Yo no he venido aquí para dejarme llevar por la corriente, ni tener la sensación de que todo está mal o es tremendista. Quiero tener una exigencia alta para todos. Y cuando hablo de todos hablo del utillero, del servicio médico, los fisios, empleados, trabajadores, jugadores, cuerpo técnico, yo el primero", manifestaba en una de sus ruedas de prensa con el equipo jugándose el descenso.
Otra de las cosas que pide Baraja es tiempo para ir creciendo. Al técnico no le vale un solo año de contrato. El camino que hay que recorrer para cambiar cosas necesita más tiempo.
Y no sentirse solo. Necesita ser escuchado en la confección de la plantilla y no tener que ejercer de portavoz de temas que no le corresponden a él. Baraja quiere estar respaldado para poder focalizarse en su trabajo.
Mientras el Valencia calificaba de "positivas" y con "buena sintonía" la reunión que ya ha mantenido con el técnico, Baraja sabe que todavía quedan cosas "importantes" por pulir para dar el paso definitivo en su continuidad en el banquillo del Valencia.