Este mes de abril se cumplen cuatro años desde que el Ayuntamiento de València rescató la concesión de los antiguos Docks del puerto. El consistorio perdonó a los concesionarios del edificio 100.000 euros de deuda por rescindir de manera anticipada el contrato. Un dinero que se podía haber ahorrado porque la concesión expiraba este mismo año 2022 y, cuatro años después del rescate, este edifico modernista de La Marina sigue cerrado y sin uso.
En 2015 un grupo inversor de Singapur mostró su interés en transformar los Docks en un hotel de superlujo con casino. El proyecto fue rechazado por el Ayuntamiento, que anunció su intención de rescatar la concesión para dar un uso cultural al edificio.
Pero el contrato no expiraba hasta 2022, lo que llevó al gobierno local a abrir una negociación con la empresa gestora para lograr ese rescate anticipado. Hace ahora cuatro años el gobierno local logró por fin el acuerdo para rescindir la concesión.
Antes de entregar el edificio al Ayuntamiento, la empresa tuvo que reparar los daños sufridos por su utilización como discoteca durante años y su posterior abandono desde que en enero de 2016 quedó en desuso. Además, la concesionaria tuvo que pagar la deuda de 170.000 euros que mantenía con el consistorio. Pero además el gobierno local perdonó a la empresa otros 100.000 euros de deuda a cambio de la entrega anticipada del inmueble.
Una vez recuperada la concesión en 2018, el Ayuntamiento cedió los Docks al Consorcio València 2007, que gestiona La Marina, que es el que tiene que decidir su uso. Este organismo convocó hace tres años un grupo de expertos para que hicieran propuestas de uso para el edificio, del que salieron ideas como un auditorio, un espacio museístico o un centro de interpretación de los Poblados Marítimos. Pero desde este organismo han reconocido a Onda Cero que sigue sin haber ningún avance sobre la posibilidad de dar alguna utilidad a los Docks a corto plazo.