Nadie discute que con la trayectoria del Valencia esta temporada fuera necesario un relevo en el banquillo del Valencia. Los 5 millones de euros del finiquito de Rubén Baraja parecían un escollo insalvable ante un dueño que apenas se había gastado 1,5 millones en el mercado de verano y que solo había autorizado el fichaje de hasta 1 millón de euros en este mercado de invierno para suplir la baja de larga duración de Thierry Rendall.
Pero la madrugada de Nochebuena todo cambió. El Valencia anunciaba la llegada de Carlos Corberán al banquillo después de despedir a Rubén Baraja. O es un regalo de Papá Noel o Peter Lim ha decidido romper el cerdito y gastarse más de diez millones de euros en el cambio del banquillo. No deja de ser sorprendente ese gasto, primero por los antecedentes y segundo por la apuesta a largo plazo, firma hasta 2027, por un entrenador desconocido en España. A sus 41 años no tiene ninguna experiencia en La Liga y el poco bagaje que acumula es en la segunda división inglesa donde ejerció de asistente de Marcelo Bielsa en el Leeds y donde ha dirigido ya como primer entrenador al Huddersfield Town y al West Bromwich Albion. Apuesta arriesgada y excesivamente cara para un máximo accionista tan rácano como Peter Lim.
Es normal por tanto que la llegada de Corberán al Valencia haya generado todo tipo de suspicacias. De entre ellas destaca la de una posible venta de la mayoría accionarial por parte de Peter Lim y que el fichaje del valenciano responda a la llegada de un nuevo propietario. Si a esto se le une que la presidenta Layhoon manifestaba por primera vez en diez años que Lim estaría dispuesto a vender, es lógico pensar que el Valencia esté en ese proceso.
Quien conoce a Carlos Corberán habla de un técnico con mucha proyección y muy querido dentro del fútbol inglés donde ha desarrollado la mayor parte de su trabajo. Y quien le conoce también asegura que mantiene muy buenas relaciones con los propietarios de los clubes donde ha estado. Desde el italiano Andrea Radrizzani con quien coincidió en su etapa en el Leeds hasta el griego Evangelos Marinakis, propietario del Nottingham Forest o el más reciente, el norteamericano Shilen Patel dueño del West Bromwich Albion del que procede.
Inversión en fichajes en Navidad
A todo esto habría que añadir la intención del Valencia de acudir al mercado de fichajes estas Navidades no solo para reforzar el lateral derecho. Desde el propio Valencia ya se ha filtrado el interés en Umar Sadiq, delantero de la Real Sociedad que apenas cuenta con minutos en el equipo donostiarra y que en su día les costó 20 millones de euros. A los más de diez millones de euros del cambio de banquillo habría que sumar lo que definitivamente esté dispuesto a gastarse a partir del 1 de enero.
El crédito de Goldman Sachs y el nuevo estadio
Otra de los hechos que hacen sospechar de una posible venta es que Goldman Sachs haya suscrito un crédito con el club que ha limpiado la deuda histórica que el Valencia mantenía con Caixabank. Hay quien incluso quiere ver en esta operación una especie de venta encubierta a fondos de inversión americanos. Además el exagerado interés de Lim en poder finalizar las obras del nuevo Mestalla llevan irremediablemente a pensar en que su intención es salir del club valencianista.
La pregunta que se hacen todos los valencianistas llegados a este punto es ¿ha roto la hucha Peter Lim o el Valencia ha cambiado o va a cambiar en breve de máximo accionista?
