El Fair Play Financiero. Esa regla ante la que se enfrentan todos los directores deportivos de los clubes antes de poder acometer los fichajes del mercado de verano. Una regla que se estableció para evitar el endeudamiento y que algunos clubes respetan a rajatabla y otros parece que no tanto.
La venta por 20 millones de Yunus al Milan no podrá ser reinvertida en fichajes. El control financiero establece que los clubes deben ingresar netos la media de los últimos tres años que en el caso del Valencia es de 25 millones de euros. Hasta el momento, y con la operación de Yunus, el Valencia habría ingresado cerca de 23 millones de euros con lo que faltarían aproximadamente 2 millones de euros en ventas netas para poder reinvertir lo que a partir de esa cifra se consiga en traspasos.
Hasta el momento y a la espera de que se cierre de manera oficial la venta de Yunus al Milan, el Valencia ha ingresado 2 millones de euros por el traspaso de Fran Navarro al Oporto, 700.000 euros por la salida de Kangin al PSG, 100.000 por la de Canales al Rayados, todos ellos por el mecanismo de solidaridad. En total esos cerca de 23 millones de euros.
Las salidas de los cedidos Justin Kluivert, Samuel Lino, Ilaix Moriba junto con la de Lato dotaron del margen necesario para inscribir a Cenk y Pepelu. La rescisión de contrato de Cavani y la liberación del salario de Yunus junto a las más que posibles salidas de Castillejo, Marcos André, Racic y Cömert puden ser suficientes para que el Valencia fiche e inscriba a Sergi Canos y Selim Amallah. Otras operaciones como la del posible fichaje de Rafa Mir, por el que el Sevilla solicita 2 millones por la ficha y los 3 millones de amortización del fichaje, deberán esperar.
