La Guardia Civil de Valencia, investiga al propietario del dueño que atacó a una mujer en Macastre (Valencia) el pasado mes de febrero y que murió a causa de las heridas. Los agentes tuvieron que abatir al animal con su arma reglamentaria debido a su gran agresividad. Solo una vez muerto el perro pudieron socorrer a la mujer, de nacionalidad inglesa y de 67 años. La víctima tuvo que ser trasladada de urgencia por los servicios sanitarios al Hospital la Fe de València, donde ingresó muy grave a causa de heridas en los brazos. Falleció al día siguiente debido a las lesiones sufridas.
El perro era de raza Pit Bull Terrier, un Perro Potencialmente Peligroso (PPP). No estaba identificado con el microchip obligatorio. Tras las primeras averiguaciones y toma de manifestaciones a los testigos de la zona, los agentes descubrieron que la víctima había encontrado al perro en un estado de desnutrición muy agudo, con claros signos de abandono y con alguna enfermedad como la sarna. La veterinaria que lo atendió advirtió a la fallecida de que el mismo era peligroso y le indicó que no debería hacerse cargo de él. Pese a ello, la víctima desoyó los consejos y 4 días después fue atacada mortalmente por el can.
Homicidio por imprudencia
El Equipo de Policía Judicial consiguió diversas fotografías del animal en distintas etapas de su vida. El perro, de alrededor de 2 años, ya había sido observado y fotografiado con anterioridad por distintas personas, que manifestaron ante los agentes cómo habían visto al animal abandonado y sin cuidados ni vigilancia.
El propio investigado, así como algunos de sus familiares, reconocieron al animal. El investigado, de 35 años y de nacionalidad española, tenía antecedentes, por lo que no podía tener este tipo de animales, según la legislación vigente. Además, los agentes han podido saber que, con anterioridad, ya había tenido animales de semejantes características sin los debidos controles y cuidados. En la inspección ocular en el domicilio del investigado, observaron los lugares por donde el perro podría haberse escapado, como llegó a reconocer el investigado en su manifestación.
Al investigado se le atribuye un delito de homicidio por imprudencia y un delito contra la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por el abandono del perro PPP. Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Requena.