Hoy con Leleman venia pensando en... el día que Meriton consiguió vaciar Mestalla.
Lo del sábado fue una jornada histórica. Tristemente histórica. Porque tener que llegar al punto de dar la espalda al equipo y vaciar Mestalla en un partido de Liga es eso… triste… muy triste. Pero tal vez sea la única forma de que todo el mundo se entere de que ni Anil puede ser presidente del Valencia ni un minuto más ni Peter Lim su propietario.
El valencianismo habló. Y lo hizo de forma pacífica dejando casi vacío el estadio mientras los de Bordalás se enfrentaban al Celta. Esa imagen de mi buen amigo y gran fotógrafo José Manuel López de Superdeporte, esa en la que contrasta el interior de Mestalla con las gradas vacías y la Avenida de Suecia llena de miles de valencianistas seguro que ha dado vuelta al mundo. Estoy seguro que jamás en ningún equipo ha sucedido algo similar. Mestalla dejó bien claro que no quiere a Meriton en su Valencia y que la situación es límite, tan límite como dejar su propio estadio vacío aun sabiendo que posiblemente no pudieron ni despedirse de futbolistas como Soler, Gayá o Guedes cuyo futuro es más incierto que nunca.
Me gustó mucho que no hubiese ni un solo incidente en la manifestación. Quien quiso entrar a Mestalla, los menos, lo pudo hacer sin ningún problema y los hubo también que al finalizar el partido se unieron a ella.
El sábado Mestalla quedó vacío en señal de protesta pero al ritmo que lleva la gestión de Meriton habrá un día que quede vacío por desidia, indiferencia y falta de ilusión. Tal vez no quede mucho para eso mientras desde Singapur se siga maltratando a este club, se siga empequeñeciendo su historia y se le siga condenando a la mediocridad. Por eso se tienen que ir, por eso el valencianismo les dijo alto y claro que se marchen. Ojalá llegue antes ese día que el que Mestalla se vacíe definitivamente…
