Hoy venía pensando en… lo del cambio de horario del partido ante el Barça
Es vergonzoso y demuestra una vez más lo poco que importa el aficionado en este fútbol tan convertido en negocio. Ayer conocíamos que en solo veinte minutos los valencianistas habían agotado todas las 323 entradas de visitante para ver ese partido. Que era sábado 27 de abril a las dos de la tarde. Una buena oportunidad para muchos para viajar a Barcelona y acompañar a su equipo.
Pues bien. Ya no es que se cambie el horario, es que pasa de sábado a lunes. Si lunes laborable y encima a las nueve de la noche. Lo primero que me vino a la cabeza en cuanto conocí el cambio fue todos esos aficionados que habían comprado su entrada pensando que era sábado. En lo último que pensó La Liga fue en eso. Les da exactamente igual porque su negocio no está ahí.
Afortunadamente el Valencia ha reaccionado rápido y bien. Ha puesto a disposición de sus aficionados autobuses gratuitos y les da la posibilidad al que quiera de devolver la entrada o cambiar el nombre por alguien que sí pueda asistir ese lunes 29 de abril. Toda la sensibilidad que ha tenido el Valencia es la que no ha tenido La Liga cuando decidió ese cambio de horario a solo dos semanas que se juegue el partido.
Tanto que hablamos de tratar de equiparnos a la Premier y estamos a años luz en muchos aspectos. Uno de ellos es el de los horarios. Allí el aficionado sabe antes de que comience la competición los días y horarios de todos los partidos de su equipo. Aquí debería ser igual si realmente nos importasen los aficionados. Pero no. Aquí son el último mono.
Sea como fuere nadie va a parar a esta afición que todos los findes llena Mestalla. Estoy seguro que seguirán siendo 323 los valencianistas que acudan a Barcelona. Pese a esta nueva demostración de que nuestro fútbol es un negocio... donde ellos y nosotros somos los que menos importamos cuando el fútbol… debería ser de los aficionados.