Hoy venía pensando en… el debate de quedarse en el actual Mestalla.
Vaya por delante que yo sería el primero en abanderarlo si de verdad creyese que es posible. Mis recuerdos del actual Mestalla llegan hasta 1980 que fue cuando mi padre me llevó por primera vez allí. Con él viví grandes momentos sentado en su regazo, incluido un descenso a segunda división y su posterior ascenso. Hasta que en 1996 se fue al Cielo y no pude compartir con él los mejores momentos de la historia del Valencia como aquel famoso doblete. Yo, no lo dudo, seré de los primeros que llore cuando nos tengamos que cambiar.
Y sí nos tenemos que cambiar. Primero porque el propio club lo desea y segundo porque este debate para mi debió de haberse abierto hace 15 años, no ahora. Ya Soler intentó que el nuevo Mestalla estuviera ubicado en los antiguos cuarteles de la Alameda pero no lo consiguió. Y se puso en marcha toda la maquinaria para la mundanza.
Hoy el fútbol no tiene nada que ver con el que yo viví con mis padre. Los equipos necesitan estadios modernos. Mestalla se ha quedado tan antiguo que hoy no podría albergar el famoso 2030. ¿Y una remodelación con el dinero de CVC?
Quedarse en Mestalla supondría tener que recalificar los terrenos del nuevo Mestalla que son de uso deportivo a residencial, cosa que hoy por hoy es casi imposible. Quedarse supondría volver a suelo deportivo las parcelas del actual Mestalla que son el aval del crédito de Caixabank. Quedarse supondría que un juez ratificara que la sentencia de demolición está prescrita, que no es lo mismo que lo diga un juez que un informe municipal. Y quedarse supondría perder los más de 100 millones de euros de lo que ya hay construido y pagado a toca teja…
¿Nos gustaría quedarnos en Mestalla? Claro. Pero a mi también me gustaría tener un Ferrari y cada vez que miro mi cuenta corriente…veo… que no es posible…