Hoy venía pensando en… el fondo de armario.
No hay. En el Valencia, no hay. Tampoco creo que hiciera falta una segunda mitad como la que vimos en Mestalla el sábado para darnos cuenta. Baraja lo sabe y ante el Barcelona fue más que evidente. Este equipo llega hasta donde llega y todos sabemos que la liga de Barça, hoy no es la liga del Valencia.
Tras un verano en silencio y una primera rueda de prensa en la que Baraja volvía a demostrar que era un hombre de club, el técnico se soltó un poco la melena al acabar el encuentro y decir eso de que “si sin inversión esta es nuestra realidad y es imposible pensar en un escenario diferente”. Así es. En el fútbol, y más en este moderno, sin inversión no vas a ninguna parte. Si quieres pelear por estar arriba no hay otra forma que invertir deportivamente en el equipo. Algo que Lim ya hace tiempo que dejó de hacer.
Al equipo que vimos el sábado poco más se le puede pedir. La entrega de todos esos chavales duró hasta que se acabó la gasolina. Y en el momento de repostar la gasolinera estaba más que vacía. Queremos que el equipo compita con chavales que vienen de jugar en segunda federación y que apenas han jugado dos ratos en primera división si es que lo han hecho en algún momento. Imposible.
Mestalla mostró su frustración al ver que la cosa no daba para más. Esos momentos en que el equipo apenas sabía como salir de su propia defensa con el marcador adverso son el claro ejemplo de la impotencia que sienten todos los valencianistas al ver en que ha convertido Lim al Valencia. Mestalla explotaba quizá porque no es consciente o no lo quiere ser de la realidad que vive actualmente su equipo. Tal vez por eso Baraja se soltó la melena… para recordarnos lo que somos, en lo que nos han convertido… porque lo del sábado, lo de la segunda parte, no deja de ser eso… un verdadero baño de realidad…