Hoy venía pensando… en el fútbol modesto.
Han sido muchas las instalaciones deportivas completamente arrasadas por la Dana y múltiples los equipos afectados que ahora mismo no tienen un lugar ni donde jugar ni tan siquiera donde entrenar. Es desolador ver todos esos campos de fútbol, esos polideportivos convertidos en auténticos descampados. Esos lugares donde hasta ese fatídico 29 de octubre miles de niños correteaban con un balón entre las piernas o en la mano han quedado reducidos a la nada. Siempre decimos aquello de que el verdadero fútbol se juega en todos esos campos que hoy ya no existen. Y no solo el fútbol, cualquier disciplina deportiva que hoy miles de personas ya no pueden practicar.
Ha estado rápido el presidente de la federación valenciana de fútbol Salvador Gomar para buscar soluciones. Es su gente y la federación no puede dejarles tirados en un momento como este. Desde el primer día se puso a trabajar para que cuanto antes todos esos equipos afectados puedan algún día volver a la competición. Se necesita dinero, mucho dinero para la reconstrucción y no me cabe duda que Gomar lo va a buscar hasta debajo de las piedras. Ya se ha puesto manos a la obra.
También es de admirar la solidaridad del resto de equipos con los que hasta hace poco eran sus rivales. Desgraciadamente estos equipos suelen ser noticia de apertura cuando se produce algún incidente, alguna pelea en uno de estos campos… hoy no… hoy lo son por la solidaridad que se vive entre ellos y por cómo desde el minuto uno han puesto todos sus medios a disposición de aquellos que lo han perdido todo.
Ojalá algún día ese fútbol vuelva a la normalidad. Va a ser un proceso largo y costoso pero cada vez que abra una de estas instalaciones destrozadas será un momento de alegría para todos, un rayo de esperanza para todos esos que hoy no acaban de ver la luz a la salida del túnel…