Hoy venía pensando en… las lecciones de periodismo.
Afortunadamente llevo 28 años en esta profesión, la de periodista deportivo. Empecé en 1996 y en todos estos años he visto pasar infinidad de cosas alrededor del Valencia. Quien me conoce y me ha tratado en todos ellos sabe que siempre he tratado de ejercer de mi profesión con la mayor honestidad posible. Nunca me ha gustado entrar en guerras con otros compañeros porque entiendo que cada uno es libre de ejercer esta profesión como quiera. Me podrá gustar más o menos las artes de cada uno pero allá ellos con su propia conciencia. La mía por fortuna está muy tranquila. Y siempre he respetado a mis fuentes en la medida que me he callado cosas por no perjudicarles entendiendo que por delante de todo, incluso de la notica, está la persona.
Tal vez por eso no entiendo cuando otro periodista ataca las que él cree que pueden ser las fuentes de otro compañero. Es aquello de si me filtran a mí, si me dan entrevistas a mí es un fenómeno pero si lo hace al de al lado se convierte rápidamente en un demonio. Hacer eso es de ser un mezquino. Y si encima se equivoca además de mezquino es un ignorante.
Esto no va de un asunto familiar, no, esto va de ética periodística. Hay quien se gana a sus fuentes a través de las amenazas o los chantajes y hay quien lo hace demostrando que es buena persona y que se puede confiar en el. Yo soy de los segundos. Siempre lo he sido y siempre lo seré. Ese es el periodismo en el que creo y por eso me sorprende que los primeros acaben dando lecciones de cómo se tiene que ejercer esta profesión o decirle a quien sea a quien le debe contar una notica o no. Porque de no hacerlo… palo tras palo tras palo para ver si así consigo algún beneficio para mi.
Te lo dije en privado Pedro y no quería hacerlo en público. No es mi estilo hablar de ningún compañero. Ni antes ni ahora. Y no quiero darle más importancia de la que tiene porque quien después de explicarle las cosas prefiere seguir viviendo en el error… allá el. A veces lo que parece tan evidente no lo es y aunque lo fuese tú sabrás porque insistes día tras día. Yo si lo sé. Se trata de agitar el árbol a ver si cae y llega un nuevo árbol que me de a mí los frutos. Y por ese camino que tal vez te haya servido en otras ocasiones… vas muy equivocado, no sabes cuánto. Los tiempos cambian y… hay que ser más “moderno”…