Hoy venía pensando en… el mensaje de Mario Kempes.
La leyenda del Valencia recibió la nueva camiseta y quiso lanzar un mensaje diciendo algo que todos sabemos pero que parece no haber entendido en estos ocho años Peter Lim: que el Valencia merece estar entre los grandes que es donde le corresponde por historia. Así es.
Mario, al igual que otros muchos ex valencianistas saben de la grandeza de este club. Ellos lo han vivido en primera persona y han disfrutado del placer de cosechar grandes éxitos que siempre fueron devueltos en forma de un inmenso cariño y amor de los aficionados. Hoy Mario cuando regresa a Valencia es tratado como un verdadero héroe, como una eminencia, como merece un futbolista de su talla mundial y que hizo grande al Valencia.
Eso es lo que se pierde Peter Lim. Entiendo que Valencia como ciudad le de igual, que en todo el tiempo del que es dueño del club haya venido en contadas ocasiones… pero lo fácil que tendría ser amado por la afición del club del que es propietario y sin embargo ha cosechado todo lo contrario: un odio casi unánime.
Porque la afición del Valencia es generosa con quien se lo merece, es cariñosa con quien se lo gana, es leal con quien se esfuerza en hacer más grande a su club. La del Valencia es una afición que sube a los altares a sus leyendas, que venera a sus ídolos, que es agradecida con quien un día peleó y se sacrificó por su escudo. La historia del Valencia está repleta de héroes y solo unos pocos se convierten en villanos.
Pero Lim si lo es. Es el actual villano del Valencia. Y yo siempre pienso lo mismo: con lo fácil que hubiera sido que la historia hubiese sido bien distinta. Pero es lo que tiene cuando llevas años despreciando a aquellos que pudieron amarte pero que nunca lo harán…