Hoy venía pensando en… el mes de abril que se nos viene por delante.
Va a ser duro y difícil. Con el Valencia inmerso en la pelea por no descender a segunda división, este próximo mes va a ser clave, muy clave. Los de Baraja se van a enfrentar a rivales directos como son el Almería, el Cádiz, el Valladolid e incluso el Sevilla, sí el Sevilla. Lo que pase a lo largo de los próximos treinta días sin duda va a marcar el futuro del Valencia. Y da miedo. Mucho miedo.
Da mucho miedo ver al Valencia metido en ese lío. Con una plantilla tan joven y poco acostumbrada a esas guerras es normal que muchos sintamos vértigo de ver lo que se nos viene encima. Hay un dato muy significativo. El centro del campo del filial, el Mestalla, tiene más edad media que el del primer equipo. Y esa falta de experiencia en una batalla por el descenso puede ser importante.
Es cierto que son muchos los equipos metidos en la misma batalla que el Valencia. Pero a dos les tiene que tocar y el mero hecho de que el Valencia haya comprado billetes para que le pueda tocar ya asusta y mucho.
Y da pena ver en qué ha convertido Meriton al Valencia. Que estemos asustados con el mes de abril con todo lo que ha sido el Valencia, los títulos, prestigio e historia. Que las conversaciones entre valencianistas giren en torno a una posible pérdida de categoría me produce mucha tristeza. Y cuando me preguntan mis amigos qué va a pasar, no sé ni que responderles porque no lo tengo nada claro. Me gustaría pensar que el Valencia va a ganar a todos esos rivales directos durante este mes de abril, pero no lo veo nada claro, la verdad así que mi respuestas siempre es la misma: lo que pase en abril marcará el devenir del Valencia.
Mientras, este finde sin fútbol en primera división nos ha aportado algo de calma. Esa misma calma que precede a las grandes batallas como la que vamos a tener que afrontar las próximas cuatro semanas. Y ojalá en mayo pueda venir pensando en otras cosas totalmente distintas…