Hoy venía pensando en… el modelo.
Lo dijo ayer Baraja. Y lleva razón. El rival de hoy, la Real Sociedad, debería ser un espejo para el Valencia. Sí. Sobre el papel porque esto es como aquello de “lo que pides” y “lo que te llega”. Ojalá el modelo del Valencia se pareciese al de la Real o incluso al de Osasuna. Pero para eso hace falta: primero tener claro el proyecto y luego trabajo, mucho trabajo.
Porque la realidad del Valencia de los últimos años, aunque ahora se pueda vender lo contrario, no es tener un proyecto de cantera ni tan siquiera tener un proyecto más o menos estable. Solo con ver el número de entrenadores que han pasado por su banquillo en los últimos años te demuestra la inexistencia de ese modelo del que hablaba Baraja. Y si a eso le sumamos la venta de todo futbolista joven que destaca, véase el caso de Soler por poner un ejemplo, menos todavía.
A eso habría que añadirle que la aparición de Javi Guerra, Diego López o Alberto Marí la pasada temporada responde más a una casualidad que a un plan específico. Y fue cosa de Baraja. Visto el rendimiento de alguno de sus futbolistas, se encomendó a la juventud de estos tres chavales que respondieron como nunca. Sí, fue casi como si a todos se nos apareciera la Vírgen.
Tal vez por ello exista ya el temor de lo que pueda pasar con Javi Guerra. A nadie se le escapa que Lim estará ya frotándose las manos con las posibles ofertas millonarias que puedan llegar. Si el modelo fuera otro no me cabe duda que a Javi Guerra lo vería como un futbolista que puede marcar una época en el Valencia. Pero por desgracia, me da la impresión que lo verá más como un negocio. A él y a tantos otros como él. Y eso… eso ni nos gusta ni se asemeja al modelo de la Real…