Hoy venía pensando en… los mundos de Yupi de Corona
Para los más jóvenes. Los mundos de Yupi fue un programa infantil que se emitió a finales de la década de los ochenta. En él un extraterreste ingenuo de color naranja llamado Yupi y su amigo Astrako aterrizan en la tierra en un barrio en el que deberán de tratar de arreglar su nave espacial para volver a su planeta. Yupi, el personaje central era un personaje muy inocente, que habla español, pero confunde muchas palabras lo que da a lugar a que su comportamiento provoque situaciones divertidas. Con el tiempo la expresión coloquial “ vivir en los mundos de Yupi” se convirtió en una manera de decir que alguien vive ajeno a la realidad o que vive una realidad diferente a los demás.
Como Corona, el director deportivo del Valencia. Sus mundos de Yupi, su realidad paralela, le llevaron a dejarnos auténticas perlas en la rueda de prensa post mercado. Después de finiquitar tres fichajes de verano en apenas seis meses y traer 3 futbolistas cedidos como Sadiq, Aarons e Iván Jaime y con el equipo penúltimo clasificado llegó a decir entre otras cosas: “Hacemos autocrítica pero no en público para no perjudicar la elección de futbolistas por parte de terceros” (en alusión a Baraja, como si él no tuviera nada que ver y solo pasaba por allí) “era muy difícil mejorar la plantilla” (una plantilla que lleva toda la temporada en posiciones de descenso y que ha sido colista en múltiples ocasiones), “teníamos previsto hacer un esfuerzo muy grande en este mercado de invierno” (Aarons, Iván Jaime y Sadiq) “somos la sorpresa negativa del campeonato porque no llevamos los puntos que marca la calidad de nuestra plantilla” (cuando el objetivo inicial era la permanencia y por tanto no resulta sorprendente que el Valencia esté en esta pelea en la que está) Y algunas más.
O el director deportivo vive en ese mundo paralelo, en sus mundos de Yupi o directamente es un verdadero jeta de esos que tienen excusas para todo, de los que en su distorsionada realidad nunca se equivocan y todo lo hace perfecto. No si aún la culpa de todo la tendremos nosotros, los que vivimos en la realidad, en la tierra, los que no le comprendemos…