Hoy venía pensando en… ¿qué hacemos?
Porque algo hay que hacer. Lo del viernes ante el Valladolid nos ha dejado a todos muy tocados. Mucho. Ya no solo por la derrota ni tampoco porque el Valencia vuelva a ser colista ni porque la salvación esté ya a seis puntos. No. Por las sensaciones. Más negativas no pueden ser. Imposible. Al igual que ante el Rayo Vallecano, el Valencia fue incapaz de generar ni una sola ocasión de gol ante el Valladolid. Ni una sola. Pese a que los vallisoletanos se quedaron con diez y ante el Rayo se jugaba en Mestalla. Y así es imposible. Algo hay que hacer pero ya. El tiempo pasa y cada vez estamos más hundidos.
Yo era de los que estaba convencido que si se perdía ante el Valladolid habría un cambio de entrenador. No digo que sea lo que haya que hacer pero estaba seguro que con estos números y con estas sensaciones el entrenador iría por el aire. Nada de eso. Peter Lim no está dispuesto a pagar un suculento finiquito mientras desde el propio club se disfraza de “confianza en el entrenador sin límite de partidos”. En un club de fútbol normal ya habría habido un cambio en el banquillo. Aquí no.
En un club de fútbol normal y con la dramática situación que atraviesa el Valencia y a solo un mes de que se abra el mercado se estaría trabajando ya en 4 ó 5 fichajes para tratar de revertir la situación. Aquí no. Lim solo ha autorizado un fichaje cuando todos sabemos que este equipo necesita muchos más. Y ya no solo por mejorar la plantilla, que también, sino por mover el árbol, traer savia nueva que de un aire fresco a ese vestuario.
Así que mientras Lim permanece inmóvil, mientras el Valencia permanece inmóvil, todos los valencianistas nos preguntamos ¿qué hacemos? ¿Nos resignamos a ver como nuestro equipo del alma desciende a los infiernos? ¿damos por perdida la temporada en el mes de diciembre? ¿seguimos sufriendo partido tras partido con esta caricatura de equipo? Porque si el que puede hacer algo no lo hace… estamos irremediablemente condenados y yo ya empiezo a pensar que incluso disfruta viéndonos en esta situación desde 15.000 kilómetros de distancia…