Hoy venía pensando en… lo que ha sido el 2023 para el Valencia.
Es cierto que 2023 arrancó con grandes expectativas después de que el Valencia se marchara al parón por el mundial con muy buenas sensaciones. Pese a que Gattuso ya avisaba en aquel entonces y reclamaba una y otra vez refuerzos. No los hubo y el italiano dio la espantada.
La llegada de Rubén Baraja al banquillo fue lo mejor que le pudo pasar al Valencia. Si había un entrenador que entendía perfectamente lo que significaba dirigir al Valencia era él, él y Marchena. Pronto se dieron cuenta que las vacas sagradas no iban a sacar al equipo de la difícil situación en la que se encontraba y decidieron apostar por la juventud de Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí. Otro acierto.
Pese a ello, 2023 pasará a la historia como uno de los años más negros en la historia del Valencia. Hubo momentos en los que, lo confieso, vi al Valencia descendiendo a segunda división. De los 8 años que lleva Meriton al frente del club no cabe duda que 2023 ha sido el peor de todos ellos. Ya sabíamos del desinterés de Lim por el Valencia, pero el 2023 escenifica un cierto olor a venganza por todas las críticas recibidas. No se entiende de otro modo su desidia y pasotismo.
Pero 2023 también quedará como el año en que la afición valencianista entendió que a Baraja y estos chavales hay que apoyarlos hasta el final. La prueba de ello es que la entrada a Mestalla está registrando sus mejores números de la historia. No se celebran títulos ni se juegan grandes noches europeas y aún así la asistencia no baja de los 40.000 aficionados.
Suele pasar que al acabar un año siempre pensamos que el siguiente será mejor que el anterior. Para que esto suceda… ojalá el 2024 sea el año definitivo de la salida del Valencia de Lim, de Meriton y de todo lo que ello significa.