Hoy venía pensando en… la no queja de Baraja.
Hay quien ha querido ver en sus palabras al acabar el partido ante el Barça una queja. Sí esas de “sin inversión no podemos plantearnos otro escenario”. Yo no. Baraja no se ha quejado nunca desde que es entrenador del Valencia y tampoco creo que lo hiciera el pasado sábado.
Ayer mi querido Santi Fernández en nuestra tertulia del Valencia dijo algo que me gustó mucho. La diferencia entre el Baraja jugador y el Baraja entrenador. Posiblemente el primero, ese que dijo aquello de “el entorno me chupa un huevo” ya habría salido a quemar la falla. El segundo, el entrenador, ni lo ha hecho ni lo va a hacer. Y habrá quien empiece a calificarle de servilista. Yo no.
Las palabras de Baraja del sábado más que una queja lo que vienen es a recordarnos cual es la situación actual del Valencia. Por si alguno piensa o se ilusiona ,vista la temporada anterior que no se sufrió, en que este equipo puede pelear por estar en Europa o cosas similares, el Pipo se encargó de avisarnos de que sin inversión es difícil plantear escenarios diferentes. Vamos, que el objetivo, nos guste o no y por desgracia, sigue siendo el de la permanencia.
No tengo ninguna duda que a Baraja le gustaría que se invirtiera para poder crecer. Él es un tío ambicioso, como demostró en su etapa de futbolista, y no creo que se sienta cómodo con la situación pero… ¿qué va a hacer? ¿Salir a rajar en cada rueda de prensa? ¿serviría eso para que la situación cambiase? Desde luego que no. Serviría para poner su cabeza en bandeja al dueño y… hoy por hoy… no nos engañemos… lo mejor que tiene este Valencia se llama Rubén Baraja. Quemar la falla significaría su propia quema. Y, aunque queramos que salga a quejarse y a rajar de la propiedad… mejor que no lo haga…