El destacado miembro de una asociación de carácter religioso de la capital del Turia, detenido por presuntamente abusar de cinco niñas ya ha ingresado en prisión. El detenido, de origen paraguayo, ya fue detenido en julio del pasado año en una localidad de l'Horta como presunto autor de la agresión sexual a tres menores de edad a las que supuestamente realizó tocamientos, y otros dos delitos de exhibicionismo y provocación sexual por mostrar contenido pornográfico, incitar a prácticas sexuales y masturbarse delante de dos niños.
Además, ahora han aparecido dos nuevas supuestas víctimas del hombre, con lo que ha sido arrestado de nuevo y puesto a disposición del juez, quien ha ordenado su ingreso en prisión.
La investigación inicial se inició tras tener conocimiento que dos hermanas, una de ellas menor, podrían haber sido agredidas sexualmente por un varón amigo de la familia. El hombre habría comenzado a agredir a la mayor de ellas cuando él era también menor de edad y la víctima apenas tenía cinco años, sometiéndola a tocamientos durante más de diez años. Además, los agentes averiguaron que la otra hermana también habría sufrido este tipo de conductas en varias ocasiones aprovechando que el hombre recogía a la niña del colegio cuando su madre trabajaba, quedándose con ella a solas en el domicilio.
Durante la investigación, los agentes averiguaron que se había producido otra agresión sexual cometida por el investigado a otra menor, así como de otro hecho también de índole sexual ocurrido con dos jóvenes cuando estos también eran menores, donde al parecer, el hombre les habría mostrado contenido pornográfico incitándoles a realizar prácticas sexuales mientras se masturbaba.
El hombre aprovechaba su condición de miembro destacado en una asociación de carácter religioso de la capital del Turia para ganarse la confianza de los menores y se valía de la relación de amistad que existía entre su familia y la de estos últimos para acercarse a ellos sin levantar sospechas.
Así mismo, gracias a la diferencia de edad con las víctimas y la inmadurez de estas debido a su corta edad, la mayoría entre los cinco y los ocho años, se garantizó por un lado una escasa resistencia, y por otro el anonimato, ya que las convencía para que no contaran nada de lo sucedido a sus progenitores, haciéndoles creer que se trataba de un juego secreto entre ellos.
Las agresiones se prolongaron durante varios años. Ante tales hechos, el varón fue detenido como presunto autor de tres delitos de agresión sexual a menores de edad así como otros dos delitos de exhibicionismo y provocación sexual también a menores. Transcurridos unos meses, y con la aparición de dos nuevas víctimas, el hombre ha ingresado en prisión.