Julián Calero, técnico del Levante UD, ha sido protagonista en una amplia charla en el espacio Onda Deportiva Valencia de Onda Cero. Además de pensar en el ascenso para esta temporada su ambición va más allá. "Me encantaría que en 5 años estuviéramos hablando de Europa. Nadie me va a quitar mis sueños", aseguraba.
De lo que no cabe duda es que el madrileño ha conectado con la afición granota. Para él el secreto es que "yo llegué limpio y con un mensaje de optimismo. No confundir con vender humo. Además yo creo que el público se lo está pasando bien en el Ciutat".
Sus comienzos en el fútbol
De sus inicios como futbolista recuerda que “debuté en el Parla como jugador y fui campeón de España juvenil con la selección madrileña y luego fui a la mili. Aquello me hizo retroceder y no pude recuperarme. Y me rompí el cruzado”.
Policía local además de entrenador
Antes de triunfar como entrenador se sacó la oposición de policía local de Madrid. “Me saqué la plaza de policía local por supervivencia. Solo había entrenado en tercera, se me acababa el fútbol y tenía dos hijos. Estudiaba por la noche”, recuerda.
El técnico “habla” con el fútbol
Calero respira fútbol por los cuatro costados. Reconoce que “Yo tengo una parte mística y hablo con el fútbol. A veces le odio. Dicho así parece que estás loco. Le digo cosas al fútbol y el fútbol me contesta. Tiene vida propia”.
También manifestaba lo mucho que ha tenido que trabajar para llegar donde está. “Los entrenadores profesionales no tenemos días libres ni asuntos propios. Imagina que este fin de semana se casa un amigo y me pido libre por asuntos propios. Legalmente podría pero… Llevo siempre mi boli bic de cuatro colores. Que era el lujo de los bic de mi época. Cuando era asistente apuntaba los nombres con colores y visualmente era muy fácil verlo. Y preparo la semana con mi lápiz y mi sacapuntas y mi goma de borrar Milán”.
Situación actual del equipo
Una de las charlas que ha mantenido con sus futbolistas se refiere al compromiso. Pone el ejemplo de un huevo frito y bacon. “Les conté a mis jugadores que se imaginasen un plato con huevos y bacon. La gallina colaboró poniendo el huevo y ya está pero el cerdo se dejó la vida, eso es compromiso, somos cerdos”. Y asegura que “hay que estar bien posicionados para esprintar en las últimas diez jornadas”.
Y sobre la marcha del equipo en la pelea por el ascenso manifestaba que “la cosa no va mal. Hemos llegado a este club en unas circunstancias muy, muy delicadas. Estamos peleando contra los mejores cuando el límite salarial diría lo contrario. Somos cerdos. Y eso que el 80% del equipo es el mismo que el año pasado. Hemos tenido que limpiar las cabezas. Cuando llueve, pones el limpiaparabrisas hasta que ves bien. Eso hemos hecho”.