El alcalde de València, Joan Ribó, y el concejal de movilidad, Giuseppe Grezzi, han cifrado en un 90% el descenso de viajeros que la EMT ha registrado en los últimos meses. También han recordado que la empresa municipal ha quedado fuera de la ayuda extraordinaria aprobada hace unos días por el Gobierno de España para el transporte público, porque sólo va destinada a entidades metropolitanas. A todo eso hay que añadir el rechazo de la Generalitat al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con el que la compañía pretendía ahorrarse parte de los salarios de estas últimas semanas.
Ante todo este panorama Ribó ha explicado que la EMT "necesita de manera urgente recursos financieros" para hacer frente al pago de nóminas y proveedores. A pesar de esa necesidad de fondos, el alcalde ha dejado claro que el Ayuntamiento no realizará una inyección extra de dinero en la EMT, y prefiere recurrir a solicitar ese crédito por valor de 27,2 millones.
La empresa municipal convocará un concurso público para buscar la entidad financiera que mejores condiciones le ofrezca para el crédito. Entre ellas, la compañía planteará un plazo de devolución mínimo de un año.
Por su parte, Giuseppe Grezzi ha explicado además que la negociación del nuevo convenio colectivo de la compañía se va a dejar en “stand by” hasta septiembre, para ver cómo evoluciona la situación. El preacuerdo alcanzado con el comité de empresa contempla un aumento salarial del 2 por ciento, pero el concejal ha pedido “altura de miras” a los sindicatos. Grezzi ha asegurado además que desde 2015 el sueldo medio de un conductor de la EMT ha aumentado un 20 por ciento.
