Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Jaume I de Castelló (UJI), en colaboración con la empresa Caldic Ibérica, ha desarrollado un producto a partir de cuatro extractos naturales procedentes de diversas plantas y algas que estimula las defensas de las lechugas en condiciones de salinidad y sequía, un problema cada vez más presente en la agricultura mediterránea.
El trabajo, liderado por el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) -centro mixto de la UPV y el CSIC- y publicado recientemente en la revista Journal of Integrative Plant Biology, señala que el producto, denominado CalBio, se puede utilizar tanto en la agricultura convencional como en la ecológica, ya que no contiene productos químicos de síntesis y, por tanto, se ajusta a lo que establece la normativa europea.
La investigación demuestra que la aplicación de este producto en el sistema de riego aumenta el rendimiento de la cosecha de lechugas en condiciones normales, pero especialmente en condiciones de salinidad en el suelo. La sustancia aplicada a la planta induce la producción de unas hormonas vegetales llamadas citoquininas, que provocan que esta aumente sus defensas en suelos agrícolas con alta salinidad. Su aplicación es muy sencilla, como explica José Miguel Mulet, investigador del IBMCP y coordinador del trabajo:
Al tratarse de un compuesto totalmente natural, puede ser usado tanto para la agricultura convencional como la ecológica. El uso de este nuevo producto contribuirá a impulsar una agricultura sostenible y a la lucha contra el cambio climático, según otra de las investigadoras que ha participado en el proyecto, Marina Celdrán:
La investigación es el resultado de un proyecto de la convocatoria Retos colaborativos de 2022, del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades (Next Generation), con la empresa Caldic Ibérica, una compañía dedicada a la venta al por mayor de productos químicos para la industria, la alimentación y productos farmacéuticos. Asimismo, en el trabajo han participado Vicente Arbona y Miguel González-Guzmán, profesores de la Universitat Jaume I de Castelló.
El equipo de científicos ha comprobado que el producto creado a partir de extractos naturales de plantas y algas también funciona en brócoli, un trabajo que acaba de publicarse en la revista Scientia horticulturae. En este caso la particularidad del experimento radica en que el producto es efectivo sin la colaboración de las bacterias PGPB, dado que el brócoli y todas las verduras y hortalizas brásicas no suelen establecer simbiosis en las raíces. Además, actualmente están evaluando también su rendimiento en cultivos de tomate, aguacate, cebolla, pimiento y berenjena.