Manuel Vicent maravilló al numeroso público que acudió al acto de entrega, celebrado en Espai Rambleta, con un discurso de elogio a la labor de los “buenos periodistas” porque “en medio de la confusión en la que uno se despierta cada mañana, para que no se produzcan demasiados sobresaltos, se necesita que los periodistas de la radio cumplan con su labor. Al poner la radio cada mañana, en este caso Onda Cero, uno agradece que haya profesionales exigentes detrás de los micrófonos, cuya moral consista solo en realizar un trabajo bien hecho. Uno admira a esa clase de periodistas que no equivocan nunca los datos, que contrastan los hechos, que no buscan el escándalo en sí mismo, que no se empeñan en derribar gobiernos, que solo siente pasión por la información rigurosa y que aman profundamente la libertad de expresión”.
El prolífico escritor señaló el valor de la moderación como “la conquista más ardua del espíritu y, a la vez, el arma más certera para los adversarios”. “Llegar a la cima de esta fortaleza exige cada día más preparación técnica, científica y cultural acorde con la complejidad del mundo moderno. Hay que abrirse paso entre la basura mediática de las redes, entre bulos y las calumnias, que llegan a hacer irrespirable el espacio”, añadió. En este contexto, según Vicent “el éxito de un periodista de radio no consiste en ser leído, visto o escuchado, sino en ser creído. La credibilidad es su único patrimonio y su gloria la de haber sido un buen profesional”.
En su discurso atribuyó a “los buenos periodistas” la función de “elevar la realidad a sustancia de la vida” en tiempos en los que “la libertad de expresión se encuentra ante la directa e indirecta amenaza del poder”. En su opinión, el periodismo “es una profesión de muy alto riesgo y el desafío consiste en seguir trabajando para que la información se dirija a la inteligencia de los radioyentes y no al cerebro de las emociones primarias, del fanatismo, de las creencias, de las filias, de las fobias, de las banderas, de las patrias y, mucho menos, al cerebro del reptil que todavía subyace en el fondo del cráneo humano y que nos gobierna los instintos básicos y los impulsos ciegos”.
PUIG Y EL VALOR DE ESCUCHAR
El President de la Generalitat, Ximo Puig, Puig, recordó en su intervención unas palabras de Julia Otero cuando dijo que “para ser buen periodista lo más importante es saber escuchar”. Puig insistió en que “escuchar es el mejor guion para la radio, la política y la vida”. “Importa el micro, pero, sobre todo, los auriculares”, destacó. En este sentido, el President reconoció que Onda Cero “sintoniza con los valencianos, vertebra y difunde los valores de la sociedad que representan los premiados, valedores de una sociedad decidida a avanzar”. En estos tiempos, en los que “hay sobredosis de agoreros y pesimistas”, los valencianos “miramos al mundo sin fanatismo” y Onda Cero “contribuye a serenar desde una mirada crítica”. “Necesitamos más radio que nunca”, dijo Puig.
OSORIO: INFORMACIÓN Y CONTEXTO
Por su parte, el Director General de Atresmedia Radio, Ramón Osorio, destacó en su discurso la importancia de los premios para “una cadena que vive aquí”, respondiendo a “nuestra obligación como medio de comunicación de dar información y contexto, de contribuir a mejorar la sociedad y a fomentar ciudadanos más libres”. “Nosotros siempre nos hemos dedicado a verificar y dar contexto para hacer una sociedad un poquito mejor”, añadió. Osorio reconoció el trabajo en la preparación de los premios anuales de los trabajadores de Onda Cero València dirigidos por Antonio Domínguez y el apoyo de los clientes y patrocinadores.