Carlos Marchena ha sido protagonista en Onda Deportiva Valencia en Onda Cero. El ex jugador y ex técnico del Valencia ha hablado de su etapa como segundo junto a Rubén Baraja al que reconoce que ve "muy fuerte, muy convencido".
Sobre Rubén Baraja afirmaba que "yo lo veo muy fuerte, muy convencido, súper contento porque está en un sitio que es el ideal para él. Es donde él quiere estar realmente. Entonces eso te da mucha fuerza, mucho convencimiento y esa energía se la traslada a los jugadores. Él está muy orgulloso de estar donde está y eso al futbolista se lo transmite". A su vez reconocía que "sí, sí, claro que echo de menos el banquillo del Valencia. Cuando lo ves jugar y lo ves disfrutar, se echa mucho de menos. Luego sí es verdad que hay un trabajo invisible, que hay muchas horas, que hay mucho estudio, que hay muchas estancias en Paterna. Eso quizás no se echa tanto de menos, se echa más de menos lo bonito, la competición".
Y reconoce que decidió cambiar el Valencia por la academia que lleva su nombre en Sevilla porque "yo lo que sentía era que yo al 99% no me podía quedar y yo me tengo que dar 120% Y cuando uno no siente el 120 es mejor dar ese paso. Creo que hay que ser honestos y no por las muestras de cariño o porque te lo pidan quedarte. Si no lo sientes en ese momento y yo soy muy de corazón es mejor dejarlo":
La apuesta por los jóvenes
La temporada pasada, siendo segundo de Baraja, apostaron por Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí. El central valencianista saca pecho de aquella decisión. "Lo que hay que tener es valentía. Bueno, yo creo que es fácil ver a estos futbolistas, porque el talento lo tienen, y ven que hacen cosas interesantes, que hacen cosas positivas, pero hay que apostar por ellos y ponerlos, que es lo difícil. Y sobre todo, cuando la situación es muy holgada, no hay problema, te puedes equivocar, te puedes permitir el lujo de decir no pasa nada,. Pero cuando la situación es límite, para apostar por alguien hace falta valentía, personalidad y decir, bueno, yo creo en esto, y aunque me esté jugando mi cabeza, porque me esté jugando mi puesto, yo creo en esto, y si creo en esto, tiro hacia adelante. Y afortunadamente sale bien y responde bien, pero si no hubiese salido bien, pues al final que lo paga es el entrenador".
Sobre Javi Guerra
Sobre el propio Javi Guerra y el gran nivel que está demostrando aseguraba que "el nivel creo que lo ves entrenar y dices este chico va a hacer... va a hacer y siempre la palabra va a hacer, pero de ahí a la realidad, ese paso lo tiene que dar él y yo creo que lo ha
dado muy rápido, ha cogido el sitio y lo ves jugar con un poso, con una garantía que parece que lleva 10 años jugando en Primera. Ese proceso tan rápido es gracias a él. Le puedes dar confianza, le puedes dar tranquilidad le puedes dar todas las herramientas pero ese paso lo da él y está brillando y ojalá que mañana entre en la lista de Luís de la Fuente porque creo que en España se ha demostrado que no hay miedo a los chicos jóvenes, que se ponen rápidamente".
Además desvelaba una anécdota que le sucedió la temporada pasada con el canterano. "Yo fui muy crítico con él, digamos crítico en el sentido del día que sale y hace lo que hace le digo 'el móvil, déjalo, déjalo' y me pregunta '¿Cómo? ' Y le digo, que dejes el móvil que te van a explotar los mensajes. Al futbolista hay que decirle las cosas claras porque nosotros tenemos la experiencia de que nos ha pasado. El día que pierdes no te llama nadie y el día que te da por marcar un gol o ganar el móvil explota de mensajes".
El objetivo de la permamencia
Sobre el objetivo de la permanencia, comparado con el Valencia que él vivió, marcado por la presidenta Layhoon reconocía que "hay que ser realista. Yo también puedo ir por la calle y decir es que yo soy campeón del mundo y mirar a los niños y que me digan ¿y tú quién eres? Hay que ser realista y hay una época y otra época. Hay que saber vivir todas las épocas y eso yo creo que es la adaptación y la inteligencia del ser humano, el saber dónde estás y las posibilidades que tienes y no volverte loco en yo podría o yo era sino vivir el presente".