El mayor incendio estructural de la Comunitat Valenciana se inició poco después de las 17:30 horas del 22 de febrero en el apartamento 86 de la torre más alta del vanguardista edificio ubicado en el número 2 de la calle Poeta Rafael Alberti de Campanar, barrio periférico de València, y en menos de una hora calcinó las 138 viviendas de sus dos bloques. Según el informe elaborado por la Policía Científica, una pequeña fuga de refrigerante en el condensador del frigorífico de la cocina de ese apartamento fue origen del incendio, que se propagó rápidamente favorecido por las fuertes rachas de viento de poniente que soplaba en ese momento.
Del esqueleto negro a un edificio renovado
El gran esqueleto negro del edificio permanece como testimonio de la tragedia, a la espera de que en septiembre comiencen las tareas de desescombro, que se prolongarán cuatro meses y cuyo coste (1,5 millones de euros) asumirán las compañías aseguradoras, igual que el de la redacción del proyecto de reconstrucción (1,1 millones).
El despacho de arquitectura Arqueha -responsable de la torre Ikon de València- ha sido el elegido para redactar el proyecto de reconstrucción del edificio, con un plazo de siete meses para plantear una propuesta en la que se va a cambiar sobre todo la fachada, para que no recuerde la tragedia, y que además será votada por los vecinos entre los bocetos que se planteen. El siguiente paso será hacer un concurso para que la comunidad de propietarios, que está actuando como promotora de la rehabilitación, adjudique las obras de ejecución, que según las primeras estimaciones se podrían prolongar entre 12 y 18 meses y suponer un coste de 30 millones de euros, a cargo también de las aseguradoras.
De esta forma, el edificio renovado podría estar concluido a finales de 2026 o en 2027, aunque "si pudiera ser antes, mucho mejor", explica a EFE el presidente de la asociación de propietarios afectados por el incendio de Campanar (Aproicam), Enrique Salvador, que considera que ya está "encaminado" el proceso para la rehabilitación.
Una tragedia normalizada
Seis meses después del pavoroso incendio, Salvador cree que la gente se sigue acordando de la tragedia, aunque la ha "normalizado". Como ejemplo, explica que cuando pasa frente al edificio devastado se fija en los coches de su alrededor y ya nadie mira el esqueleto negro, algo que a él le costó pero ya puede hacerlo.
"No queremos caer en el olvido, porque el problema sigue estando ahí", señala el presidente de Aproicam, que agradece el apoyo tanto de la sociedad como de todas las Administraciones y espera seguir contando con él para tener "cuanto antes" el edificio rehabilitado y que "nadie se quede por el camino" en las ayudas al alquiler y en la moratoria de las hipotecas.
Desde la Generalitat se han pagado ya 970.000 euros en ayudas a los afectados, según explican a EFE fuentes de la Administración autonómica, mientras que el Ayuntamiento de Valènciapuso a disposición de las 131 familias afectadas un edificio de viviendas sociales en el barrio de Safranar para que se instalaran de forma gratuita mientras buscaban un nuevo hogar.
Un total de 99 familias, integradas por 187 adultos y 42 menores, se instalaron allí y se han ido marchando conforme han ido alquilando viviendas, a ser posible en Campanar, aunque los propietarios destacan que se tensionó el mercado de alquiler en el barrio y de un día para otro subieron hasta 300 euros los precios, lo que ha expulsado a algunos de la zona. Actualmente quedan en el edificio de Safranar 41 familias, según han indicado a EFE fuentes municipales, que deberán abandonarlo el próximo lunes, tras haberse ampliado el plazo inicial y haberlo hecho coincidir con el de la solicitud de ayudas al alquiler ofrecidas por la Generalitat.
La investigación judicial
Por lo que respecta al flanco judicial de esta tragedia, la Audiencia de Valencia acordó a finales de junio la reapertura de la investigación judicial que en marzo archivó provisionalmente el Juzgado de Instrucción número 9 de València, al considerar que hay que practicar nuevas diligencias que aclaren todas las circunstancias del suceso. La reapertura se decretó a raíz de un recurso interpuesto por familiares de los cuatro miembros de una familia que falleció en el incendio, al que se adhirieron total o parcialmente la Fiscalía y otras partes como la comunidad de propietarios del edificio o la asociación de damnificados por el incendio de Campanar.
Una docena de entidades del ámbito de la ingeniería, la seguridad y la edificación se han unido para reclamar al Gobierno una revisión de la normativa española en materia de protección contra incendios en edificios, tras alertar de que, a nivel mundial, este tipo de incendios en grandes edificios se ha multiplicado por siete en los últimos 30 años.
Los siguientes objetivos de la asociación de propietarios son conseguir que ninguno pague involuntariamente un alquiler y la hipoteca -la idea es que se vaya ampliando la moratoria de las hipotecas hasta que acabe la rehabilitación- y seguir ofreciendo medidas como la atención psicológica, pues hay a quienes les ha salido ahora el estrés postraumático.
