En la tarde de ayer, en el Ateneo Marítimo de Valencia, tenía lugar la rueda de prensa organizada por una de las alternativas del plan de viabilidad y de presidencia del Levante UD, la de Miguel Ángel Valiente. El empresario valenciano, acompañado de todo su organigrama, explicó con detalle cuál será la hoja de ruta a seguir delante de decenas de aficionados levantinistas.
El acto, abierto a debate también con el público asistente para resolver dudas, dio inicio con la presentación de cada uno de los miembros de trabajo: Valentín Serrats, Vicente Latorre, Alberto Villanueva y Patricia Rodríguez. Por delante, tres idearios por bandera en esta propuesta: la unidad del levantinismo, el déficit cero y el respeto a todos los miembros del Consejo.
Valiente fue el primero en desarrollar el programa que abandera. "Con mucha ilusión y mucha responsabilidad afrontamos este proyecto, que íbamos a llevar en Primera o Segunda División", destacó inicialmente.
En el apartado económico, Patricia Rodríguez se encargó de explicar los problemas económicos a corto plazo, con una ampliación de capital para la sostenibilidad del club y teniendo los acuerdos de confidencialidad. Esta ampliación se basa en un total de 7 millones de euros, con un reparto previsto de 3.375.000 euros que aportaría la Fundación, 1,7 millones por Valiente y una aproximación estimada de 2 millones de euros por parte de los pequeños accionistas.
Por otra parte, se hizo mención a las negociaciones con un fondo de inversión europeo, donde el equipo de Valiente prevé hacer una inversión de unos 50 millones de euros más otros 5 millones en variables, con una financiación entre 15 y 20 millones de euros para pagos inminentes (en cuestión de semanas) y una refinanciación entre 30 y 35 millones de euros a corto y medio plazo. En este segundo caso, en vistas al próximo verano de 2024. "El fondo da esa capacidad de pago porque da confianza a nuestro proyecto, a las garantías y su verdad", añadió más tarde.
Al margen de lo económico, tal y como relataron Alberto Villanueva y Vicente Latorre, era que el levantinismo se sintiera más identificado y cercano a su propia club, respetando cualquier postura y con proyectos como la Ciudad Deportiva de Nazaret.
Respuestas en el turno de debate
¿Es una situación grave la del Levante UD? "Pensábamos que era menos grave. Pese a la gravedad de la situación, hemos dicho que podíamos", comentó Valiente. Por ello, tras un diagnóstico inicial a la velocidad de la luz, valoraron las mejores opciones para aportar su dosis económica, que dote de dinero inmediato de cara a la viabilidad del club. Y a ello se suma otro problema inminente, el de las inscripciones de los jugadores en LaLiga.
En ese sentido, Valiente no hacía faltas promesas de ascenso, sino apelaba a la contención en un momento en que "se está cayendo" en otras facetas. El sumatorio de pérdidas en los últimos dos ejercicios es de 45 millones de pérdidas, a falta de las de esta temporada, que habla de la más que delicada salud financiera de la entidad granota. Por ello, algunos aficionados mantenían por exigir responsabilidades a la gestión reciente, si bien se transmitió que hasta ahora se ha mantenido la colaboración de los actuales directivos, sin acceso a documentos por el acuerdo de confidencialidad.
¿Cambiará el valor de las acciones? Actualmente este es de 135 euros. En caso de ampliación de capital, habría que capitalizarlo a la realidad de la entidad, es decir, a un reajuste donde la masa social del levantinismo pueda aportar su granito de arena. Con esa inyección directa, se reduce la deuda y se amplía el límite salarial del Levante, a la vez que la Fundación seguiría teniendo el máximo control accionarial.
¿Cuándo se sabrá los si el de Valiente es el plan elegido? Tal y como explicó Patricia Rodríguez, en unos tiempos profesionales y bien planteados, los plazos serían más reducidos, en torno a la primera semana de agosto, antes de empezar la temporada de forma oficial.
A pesar de todo, sabiendo de las necesidades, a Valiente le gustaría disponer de más tiempo, aunque comprendía las urgencias institucionales y también esas "prisas" de otros sectores para dar claridad al futuro proyecto del Levante. En caso de que fueron los elegidos, tendrían las herramientas tanto económicas como de trabajo para ponerse en faena en un plazo de unos tres días hábiles.