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El nuevo centro sociocultural de Velluters sigue cerrado cuatro meses después de acabar las obras

No podrá abrir al menos hasta final de año porque el Ayuntamiento de València aún debe licitar su adecuación y equipamiento interior

Nacho Reig

València | 07.02.2023 12:13

Fachada del centro recayente a la plaza del Pilar
Fachada del centro recayente a la plaza del Pilar | Ayuntamiento de València

Cuatro meses después de dar por acabadas las obras el Ayuntamiento de València todavía no ha abierto al público el nuevo centro sociocultural de Velluters, construido entre la plaza del Pilar y la calle Guillem de Castro. A este edificio está previsto que se traslade todo el personal municipal dedicado a tramitar las ayudas de la Dependencia.

Sin embargo, según ha sabido Onda Cero de fuentes municipales, el Ayuntamiento ni siquiera ha recepcionado de manera oficial el inmueble, ni ha licitado las obras para su adecuación y equipamiento interior. La duración de esos trabajos está previsto que sea de unos seis meses. Por tanto, al menos hasta finales de este año el centro no estará listo para abrir al público. El proyecto de intervención interior servirá también para definir si quedan espacios para alojar actividades y propuestas de las entidades del barrio o también para hacer algún otro uso por parte del Ayuntamiento.

Este nuevo edificio municipal incluye un pasaje peatonal cubierto entre la plaza del Pilar y la calle Guillem de Castro. En octubre del año pasado lo visitaron la vicealcaldesa Sandra Gómez y la concejala de servicios sociales, Isabel Lozano, para dar por acabadas las obras.

Costó 2,5 millones

La construcción de este centro sociocultural ha costado 2,5 millones de euros, aportados íntegramente por la Generalitat a través del Plan Confianza. El complejo, de unos 938 metros cuadrados útiles, consta de dos edificios de cuatro plantas separados por un patio. Los nuevos edificios recuperan las alineaciones históricas del patio del antiguo Convento del Pilar, en el interior de la manzana.

El edificio Oeste, que recae a Guillem de Castro, tiene una imagen más contemporánea, con un muro cortina de vidrio. En cuanto al edificio Este, que recae a la plaza del Pilar, integra una antigua portada de piedra que daba acceso a la portería del convento y que todavía se conserva. También se ha dejado visible también la marca de un aljibe en el centro del patio.