La primera reunión entre José Mari Olano, concejal de Grandes Proyectos del Ayuntamiento de Valencia, y Germán Cabrera, secretario del Consejo de Administración del Valencia y abogado de Peter Lim en algunos asuntos, se produjo el pasado miércoles.
Según ha podido saber Onda Cero Valencia, la intención de Olano era conocer si realmente el máximo accionista del Valencia tiene la intención de finalizar o no el nuevo Mestalla antes de seguir dando pasos en la confección de un nuevo convenio que facilite la reanudación de las obras. Para ello el concejal quiso saber si existen o no las garantías financieras, al margen de los 80 millones del fondo CVC, para acabar unas obras que estarían muy por encima de esos 80 millones de euros que provee ese fondo a través de la Liga Impulso. Es una manera de asegurarse por parte del Ayuntamiento de Valencia que no se comenzarán las obras y se volverán a parar una vez agotados esos fondos.
Por su parte el Valencia solicitó en esa reunión que se facilite la licencia para poder reanudar las obras del nuevo Mestalla. Olano pidió a su vez algún tipo de gesto de Meriton hacia la afición del Valencia a la que tanto ha maltratado en los últimos tiempos. Lo que sí tienen claro desde el equipo de gobierno municipal es que no se le va a facilitar nada al Valencia en tanto no cumpla con las exigencias y los compromisos que tiene con la ciudad de Valencia: dotar del dinero necesario para la construcción del nuevo polideportivo de Benicalap. Y en ese sentido, otro de los requisitos es que sin ampliar los derechos del Valencia CF, el club tenga los recursos suficientes para acabar el estadio y cumplir sus obligaciones.
La intención del equipo de gobierno municipal era llevar los detalles de esta reunión con discreción ya que se pretendía informar primero a los distintos grupos municipales, como se hizo el miércoles con Compromís y se hará este jueves con el PSPV-PSOE.