Hay clubes que dejan huella. Y sin duda, el Valencia es uno de ellos. Más si cabe cuando en tu etapa como valencianista fuiste capaz de ganar dos ligas, la primera después de 31 años de sequía, y una UEFA en una temporada que pasó a la historia como la del "doblete". Quizá por eso no es de extrañar que para Rafa Benítez, el Valencia siempre sea su casa.
Pese a ser madrileño de nacimiento y criado en la cantera del Real Madrid como entrenador, Rafa Benítez nunca pierde oportunidad de hacer gala de su valencianismo. Su mensaje a la afición del Valencia una vez conseguida la permanencia, es buena muestra de ello.
En su mensaje, Rafa quiso dar la "enhorabuena al Valencia CF, cuerpo técnico, jugadores, responsable y dirigentes del club y por supuesto, a la afición. No me gusta felicitar por cosas que deberían ser obvias como seguir en primera, pero dadas las circunstancias me parece que el peligro era grande y hay que estar satisfechos por el resultado final. Estuve con unos amigos valencianistas pendiente de los resultados y se nos hicieron largos los partidos, pero al final es una gran alegría. Enhorabuena y a aprender de cara al futuro. Amunt Valencia".
Me consta que Rafa ha estado toda la temporada preocupado con la situación del Valencia. A lo largo del año tuve la oportunidad de hablar con él en múltiples ocasiones. Su optimismo y su recuerdo de un Valencia grande, histórico y de prestigio, le llevaban siempre a decirme "Eduardo, tranquilo que no vais a bajar". Yo quería creérmelo hasta que un día, con datos en la mano (goles de los delanteros, puntos a domicilio...) me vi tratando de convencer al propio Rafa de lo contrario. No sé si lo conseguí pero creo que él mismo se dio cuenta pronto de la gravedad de la situación. Y cada vez que hablábamos siempre me preguntaba por el Valencia al que él, desde la distancia, seguía desde Liverpool. Porque las palabras de Rafa de ayer no son "lo que se supone que hay que hacer". Me consta el cariño que le tiene al club y en especial a su afición y por ello estoy seguro que ha sufrido como un valencianista más.
Dice Rafa que "no me gusta felicitar por cosas que deberían ser obvias como seguir en primera". Así es. El ex entrenador siempre ha entendido lo que significa un club de la grandeza del Valencia. En este equipo, bien lo sabe él, solo se celebran los títulos. Esa exigencia que él mismo se marcó a su llegada fue la que le valió para cosechar los éxitos. Y nos convenció a los valencianistas de que el Valencia debía ser un equipo exigente. Todo lo contrario de lo que sucede hoy mismo gracias a los desmanes de Peter Lim y sus secuaces.
Y afirma también en su comunicado que "dadas las circunstancias me parece que el peligro era grande. Enhorabuena y a aprender de cara al futuro". Y tan grande. Tengo la sensación que en aquella charla en la que le expuse los datos ya fue consciente del peligro real. Y ya en las última jornadas se confirmó. Ojalá me hubiese equivocado en aquel momento en que el Valencia había perdido en Almería. Aquello solo fue el preludio de todo el sufrimiento que nos esperaba. Recuerda el madrileño que hay "que aprender de cara al futuro". Ojalá fuera también así, pero lo dudo mientras esté Meriton.
El mensaje de Rafa ha recibido miles y miles de respuestas de valencianistas emocionados de ver como su ex entrenador, aquel que les llevó a "vivir los mejores años de nuestras vidas", no se olvida del Valencia. Los hay que piden su vuelta al banquillo valencianista. Lo malo de ello es que Rafa quiere volver a entrenar pero con un proyecto de futuro con el que volver a levantar títulos. Y hoy por hoy, mientras siga esta propiedad, eso en el Valencia... es imposible.