Una vez finalizada la temporada, una de las cosas más urgentes es decidir quien se sentará en el banquillo valencianista la próxima campaña. Con la salvación conseguida, el Director Corporativo Javier Solís ya manifestó, antes de que se produjera, que la continuidad de Baraja sería una posibilidad factible: "si se consigue la salvación y las dos partes llegan a un acuerdo, es una posibilidad muy factible", aseguró.
En este sentido y preguntado el domingo el vallisoletano afirmaba que "ahora necesito un par de días de reflexión. La sensación que tengo es que el Valencia CF es el club de mis amores y ya hablaremos lo que tengamos que hablar. Ha sido una experiencia brutal en todos los sentidos". Y ese par de días se cumplen este miércoles, fecha en la que tiene cita con la presidenta Layhoon Chan, tal y como avanzaban los compañeros del Diario As.
No cabe duda que a Baraja le gustaría seguir siendo el entrenador del Valencia. Es el club de su vida como así ha manifestado en múltiples ocasiones. Pero no a cualquier precio. En su discurso ha insistido en la exigencia que debe tener el Valencia. Esa misma que ha brillado por su ausencia en gran parte de la plantilla. Y como ha sucedido con otros predecesores en el cargo, se ha sentido solo en muchas ocasiones, ejerciendo de portavoz una y otra vez y sin poder mirar hacia ningún sitio dentro del club. La soledad que ha vivido no es muy diferente a la que experimentaron otros entrenadores antes que él.
Y luego están las dudas sobre el proyecto que pretende Peter Lim. Sin Europa y con un equipo que ha estado más que nunca a punto de descender no parece que vaya a haber mucha más inversión en el futuro más inmediato. Cinco cedidos regresan a sus clubes (Nico González, Justin Kluivert, Samuel Lino, Cenk e Ilaix Moriba) De ellos, dos han sido fundamentales en el rendimiento del equipo: Nico González y Justin Kluivert. Sin ellos la próxima temporada, no cabe duda que el equipo sería aún más débil.
Todo pese que en su comunicado de agradecimiento a la afición, el Valencia aseguraba que "la dirección del club está comprometida en trabajar muy duro para traer alegrías a todos nuestros aficionados y lograr la estabilidad que necesitamos". Pero la afición ya no se cree las palabras de Meriton y exige hechos. La pregunta es... y Baraja ¿se lo creerá?